[Heavy Hand, Light Heart]: Morihiko Murashige Sensei, 7th Dan,
Shihan, Feb 26, 1945 – octubre 11, 2013
Jueves 26 de Diciembre de 2013
Por: Benjamin Pincus**
Traducción: Uriel Hernández
Algunas personas
afirman haber sido tocadas por las alas de los ángeles; yo creo poder afirmar
que fui lanzado, inmovilizado y asfixiado por un juguetón y entusiasmado diablito.
Vi a Murashige Sensei por primera vez cuando visité el San Diego Aikikai,
varios años antes de unirme al programa kenshusei de Chiba Sensei.
Tal vez debería empezar con la leyenda porque las historias que
construimos determinan mucho de cómo comprendemos la identidad y el alma de una
persona. El padre de Murashige Sensei, Aritoshi Murashige, fue alumno directo
de Jigoro Kano, fundador del Judo. Eventualmente dejó el Judo para estudiar
Aikido con O' Sensei. Famoso por su habilidad y su intensidad como artista
marcial, inspiraba miedo; describiendo su visita a Hombu Dojo afirmó Chiba
Sensei, "me daba mucho miedo"; no era poca cosa, viniendo de alguien
que también llegó a inspirar algo de incomodidad. El padre de Murashige Sensei
tenía una tremenda presencia; según las historias, incluso los bebés
consentidos dejaban de llorar cuando él entraba a la habitación, como si
instintivamente detectaran al depredador.
Muchas historias son bastante oscuras también. Aritoshi Murashige fue
ejecutor del ejército japonés durante la guerra, en China. Como podrán
imaginarse, sus hijos estuvieron sujetos a intensos métodos de instrucción
marcial. Murashige Sensei, decía poco sobre su padre, pero cuando le
preguntaban sobre cómo aprendió Aikido, decía con su típico modo chusco:
"Iba a la escuela y siempre me pegaban. Voy con mi papá, aprendo más
Aikido y regreso a la escuela y me pegan otra vez. Entonces aprendo más Aikido
y ya nadie quiere pelearse conmigo."
También he escuchado muchas historias sobre Murashige Sensei. Cuando
llegó a Estados Unidos apostaba en los bares, retaba a la gente a pelear.
Inevitablemente apostaban a favor del musculoso parroquiano del bar en vez del
pequeño y callado japonés. O también está la historia de su asalto en Central
Park, cuando Manhattan era una zona de conflicto y los turistas japoneses eran
blancos fáciles dada su tendencia a llevar consigo grandes cantidades de
efectivo. Sensei apenas sabía inglés, pero levantó su reloj y dijo "you
want this?" ["¿quieres esto?"]. Cuando el ladrón voltea a ver el
reloj, Murashige Sensei usa uraken uchi, la misma mano del reloj, para
golpearlo en la cara y se marcha despreocupado.
Menciono estas historias porque Murashige Sensei aparentaba la ferocidad
de su padre y su pasado marcial, junto con su espíritu juguetón e
idiosincrático. El lector se lo imaginará con un carácter difícil, pero Sensei
era divertido, juguetón y travieso. En un dojo famoso por su marcial
intensidad, su práctica seria y rigurosa, Sensei era el bufón del grupo.
Corríamos como pollos descabezados mientras Sensei hablaba como un niño en
vacaciones. Lo recuerdo poniéndole una gota de crema al whisky de Chiba Sensei
cuándo él había abandonado brevemente su lugar en la mesa un viernes durante la
cena. Luego, como un niño pequeño, soltaba risitas con una sonrisa maravillosa
de complicidad en la cara.
Murashige Sensei describía ser proyectado por O' Sensei como algo mágico
y místico: "Un momento estaba de pie y al siguiente en el suelo".
Decía no tener absolutamente una idea de qué había pasado y de cómo el mundo se
había movido. De manera similar, el ki de Murashige Sensei era
inexplicable; un pequeño y delgado hombre, parecía que su poder no venía de
ningún lado. Si capturabas su técnica en la quietud de una fotografía, podía parecer
desbalanceado y sin gracia. Pero su apariencia despreocupada y su constitución
pequeña escondían tremenda fuerza interior, sincronización y sutileza. Sus
hombros estaban relajados y libres de tensión y sus manos suaves y extendidas
como si fuera a cargar a un bebé. O a golpearte el abdomen. También lanzaba con
increíble poder y calma: Su iriminage había estudiado la soltura y
virtuosismo del bateo beisbolístico del gran Sadaharu Oh* contra una bola fácil
(Sensei me hacía tomar ukemi en iriminage bloqueando su
proyección con el brazo para reducir la posibilidad de lesión). Poder suave, lo
llamaba. Nunca antes sentí algo así.
¿Creo en la magia?
Si definimos la magia como una sensación de asombro ante lo inexplicable,
entonces creo que Murashige Sensei tenía magia (si aún estuviera con nosotros,
me corregiría; lo llamaría "el Poder", en su lugar y luego me
lanzaría varias veces bastante lejos. Una vez me dijo, "mi padre también
tenía "el Poder"). Su capacidad técnica y su habilidad para
relajarse, le permitían acceder a cantidades de poder sorprendentes, sobre todo
considerando su constitución delgada. Muy pocos senpai, incluso alumnos del
Fundador, parecían tener acceso a ese tipo de poder misterioso. Supongo que él
siempre llevó una vida con encanto en otros sentidos también.
Sensei tenía una afección cardiaca causada por contraer la enfermedad de
Kawasaki cuando niño. Esta enfermedad, sin tratamiento, suele ser mortal para
sus víctimas jóvenes. Aparentemente él vivió más tiempo que ningún otro en EEUU
con esa enfermedad. Frecuentemente me pregunto si su perenne buen humor tenía
algo que ver con la conciencia de su propia mortalidad. ¿Por qué enfocarse en
lo conocido cuando puedes practicar Aikido, reír, amar a tu familia, beber
cerveza, comer sushi y preparar buena comida? ¿Qué más hay en la vida?
Lamento el fallecimiento de un gran maestro. Tengo tantos recuerdos.
Sensei, cerveza en mano, demostrando un "no inch punch" [golpe sin
distancia], con Matt Desmond en la fiesta del dojo. Matt es un hombre
grande, actualmente en las Fuerzas Especiales. Él estaba de pie, manteniendo
una estable postura de hanmi y Sensei estaba en su silla; empujó a Matt
a varios pies de distancia sin derramar su trago.
En uno de sus momentos de mayor seriedad, Sensei me explicó su secreto:
"Mano pesada. Por fin descubrí el Poder", como si fuera algo obvio y
simple (una vez dio la explicación esotérica de que, "el poder de Chiba
Sensei viene de aquí" -señalando su pulgar- y "mi poder, viene de acá"
-meneando su dedo meñique. Incluso una vez Chiba Sensei, alumno directo del
Fundador, nos dijo una vez, "aprendan de él, él hace cosas que yo no puedo
hacer".
Lo recuerdo amigable y divertido, también me acuerdo, ¡claro!, su
mortífero y relajado iriminage, con tan poco esfuerzo muscular y tanta
energía. Recuerdo sus rápidos atemi (golpes) y sus clases de sutemi
waza: hacía locas técnicas de sacrificio de la nada y luego una sonrisa
traviesa cuando volvía a levantarme. Era difícil no sonreír a pesar de la
intensidad. Mano pesada, corazón ligero y mucho ki. Buena suerte en su
viaje final, Sensei. Muchas gracias por su enseñanza y su maravilloso espíritu.
Breve biografía:
Nacido en Yamaguchi-ken en 1945, Murashige comenzó a estudiar Aikido
cuando era adolescente con su padre, Aritoshi Murashige. Se mudó a Tokyo para
entrenar en Hombu Dojo con Morihei Ueshiba, entre otros, con Seigo Yamaguchi,
Yoshimitsu Yamada, Kazuo Chiba, Mitsunari Kanai y Terry Dobson. Citaba a
Yamaguchi como su mayor fuente de inspiración. Dio clases en New York Aikikai,
con Yamada Sesnei durante tres años empezando en 1965, antes de regresar a
Japón. Volvió a San Diego, donde trabajó como chef de sushi. En 1981 también
enseñó en San Diego Aikikai, con Chiba Sensei, alumno directo del Fundador, se
fue de este dojo para enseñar en Jiai Aikikai de San Diego donde dio clases de
Aikido hasta tres días antes de su muerte el 11 de octubre de 2013.
*Sadaharu Oh rompió el record de jonrones: 868 durante su carrera
beisbolística en la ligas mayores japonesas. Famoso por su bateo en postura de
flamingo, mantenía su pierna derecha encogida arriba justo antes del
lanzamiento. Oh practicó Aikido para mejorar sus habilidades de bateo y
atribuyó su tremendo éxito a dicha práctica. Esta postura de pata de flamingo
era efectiva a causa de que exigía mucha confianza en su equilibrio a pesar de
la falta de balance que producía. De modo similar, Murashige Sensei a veces
pararentaba desbalance a causa de su extremadamente relajado método interno de
Aikido, pero su cuerpo estaba tan integrado que le permitía proyectar a gran
distancia con un mínimo de esfuerzo. Yo he sido lanzado frecuentemente por
personas con mayor masa corporal que la mía, pero es una experiencia muy
diferente cuando me proyecta alguien de una estatura más corta, como Murashige
Sensei.
**Benjamin Pincus es el instructor en jefe y director ejecutivo de
Aikido of Champlain en Champlain Valley, ubicado en Burlington, Vermont. Aikido
of Champlain es una asociación no lucrativa dedicada a crear una comunidad
sustentable y un mundo apacible a través del estudio del arte marcial japonés
tradicional que es el Aikido.