viernes, 18 de marzo de 2011

¿Sobrevive el bushidō o el espíritu samurái en la sociedad japonesa de hoy?

¿Sobrevive el bushidō o el espíritu samurái en la sociedad japonesa de hoy?

Tomado del texto Los Samurái: El pasado y el presente, del
Dr. Hiroaki Sato Febrero 2010[1]. El texto completo de esta conferencia se encuentra publicado en nuestra página www.bogotaikido.com



 

 Para responder esta pregunta, hice varias encuestas informales, algunas a través de mis jóvenes amigos por vía de la Internet.

Las respuestas que he recibido evidencian que no hay una definición o concepto claro del bushidō, lo cual es comprensible.

Algunos de los que respondieron eran suficientemente conocedores para postular, en gran parte correctamente, que es un sistema de pensamiento fuertemente influenciado por la ética confuciana. Algunos han sugerido que el espíritu samurái está manifiesto en cosas tales como la dedicación leal a una causa, cualquiera que pueda ser dicha causa (incluyendo el fenómeno otaku), y la disposición de sacrificar los deseos personales por el bien mayor, sea para un grupo o una corporación.

La asociación del bushidō con la dedicación leal a una causa viene del , “el camino” (; dao en chino), de bushidō—la idea originalmente budista, según lo entiendo, de que se puede alcanzar la iluminación dedicándose a una sola cosa. En este sentido, quisiera citar la respuesta de mi propio hermano Masamichi (政道), aunque en este caso la dedicación tiene que ver con trabajar en un grupo.

Masamichi trabajó con Toyota Motor durante cuarenta años hasta su edad de retiro obligatorio el año pasado; pero entonces una de las subsidiarias de Toyota le pidió que trabajara para ellos, así que él continúa haciendo el trabajo que hizo durante muchos años. A lo largo de los años en Toyota, él avanzó de jefe de sección, a jefe de grupo, a jefe de fábrica.

Reflexionando sobre cómo el espíritu del bushidō pudo haber influenciado el trabajo en Toyota, él concluyó que podría manifestarse en la ayuda mutua espontánea dentro de un grupo. Siempre hay alguien que se retrasa, ya sea porque no entiende bien su tarea o porque no es tan competente como algunos de los otros. Cuando se nota alguien así, los que están más adelantados o son más capaces lo ayudan voluntariamente, sin que se los pidan.

Toyota es un lugar notoriamente duro para trabajar, mi hermano me escribió. La reputación de la compañía es que, para la mejora continua de la productividad y el esfuerzo para alcanzar la perfección, conduce a sus trabajadores de la manera de “exprimir a las momias por sangre”. Pero sin el trabajo en equipo voluntario y espontáneo y los esfuerzos voluntarios y espontáneos para mejorar en cada grupo, Toyota no estaría donde está hoy en día, dijo Masamichi.

Muchas gracias.



[1] Hiroaki Sato (N. 1942), poeta japonés y prolífico traductor que escribe frecuentemente para The Japan Times. Profesor de literatura japonesa y director de investigación. Actualmente vive en Nueva York.

sábado, 5 de marzo de 2011

EL VERDADERO ÉXITO

EL VERDADERO ÉXITO
Escritor - Conferencista


Un maestro oriental de tiro al arco tenía fama de ser también un perspicaz maestro de la vida. Cierto día en un torneo su discípulo más aventajado hizo tres dianas seguidas ante el asombro del público. Las felicitaciones llovieron sobre el discípulo y sobre el maestro, pero este último no se mostraba impresionado. Al contrario de lo que hacía el aprendiz, el maestro parecía no darle tanta importancia al hecho.

Más tarde el joven deportista le preguntó la razón de su actitud y el sabio maestro le dijo: está muy bien lo que hiciste, pero aún te falta por aprender que el blanco no es el blanco. ¿Y cuál es el blanco? Bueno, lo descubrirás por ti mismo y está dentro de ti. Con el tiempo ese joven fue consciente de que el blanco no era un éxito externo, sino interior: dominar su ego y tener autocontrol y paz.

Los cambios que cuentan son internos. “Cuando crees que el problema está afuera, ese pensamiento es el problema”: Stephen Covey. Los cambios más importantes no son los que logras en tu trabajo, sino en tu propio corazón. Ante todo elige aceptarte como eres, sé humilde y dedícate con amor a pulirte sin culparte ni culpar.

Buscar sólo cambios externos es olvidar que lo más valioso está más allá de lo material y lo aparente.

Abre el corazón, siente a Dios en ti, aplaca todo lo que te agita y cree en un nuevo renacimiento. Domina el temor y el ego, que son tus principales enemigos, y no creas que el mal está afuera, como le pasaba a un ratoncito. Vivía siempre angustiado por miedo al gato y un santo bondadoso lo convirtió en gato. Entonces empezó a sentir miedo del perro y, cuando el santo lo convirtió en perro, se asustaba pensando en una pantera. Ya de pantera temía al cazador y el santo lo volvió a dejar como ratón y le dijo: el cambio está en tu corazón.

Centra tu vida en el ser y no correrás agitado y ansioso tras los espejismos del éxito social o económico. Sólo el amor y el cultivo espiritual te regalan experiencias de gracia y días luminosos y apacibles. Disfruta lo que posees sin apegos, pero no te empeñes en acumular y en aparentar. Comparte con generosidad y no imites a los que se estresan y en su trabajo cambian salud por cheques, pobres seres que viven hipnotizados por lo aparente y sufren como esclavos del poder y el poseer. Un día cuando la muerte toque a su puerta será demasiado tarde para darle prioridad al amor. Como decía un sabio: “ningún éxito económico justifica un fracaso familiar y nadie en su lecho de muerte ha deseado haber dedicado más tiempo a los negocios”. Saca tiempo cada día para estar a solas, respira, relájate y enamórate del silencio. Tu mejor negocio es ganar paz interior y llegar a un estado en el que lo externo no te afecta. Éxito es disfrutar todo, tener sin asimientos y permanecer imperturbable cuando otros se alteran; es amar de verdad, servir y dejar este mundo mejor de lo que lo encontramos.

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