miércoles, 28 de marzo de 2018

Cinco lecciones de liderazgo del Aikido


Cinco lecciones de liderazgo del Aikido

https://medium.com/espanol/five-get-out-of-your-own-way-leadership-skills-from-aikido-8af613b07482

 

El Aikido, como arte marcial, es un estudio de la energía, tanto la tuya como la de tu oponente, y en un contexto más amplio se puede aplicar a la vida y al liderazgo. Puede que ya estés poniendo en práctica algunas de las habilidades que se mencionan en este artículo, pero una práctica físico-mental como el Aikido puede ayudarle a afinar estas habilidades aún más.

Piensa que lo que te aporta el tatami en el dojo es un estudio microscópico y a la vez intenso sobre la fusión de cuerpo, mente y espíritu. Estos tres elementos deben estar en sintonía para el ‘ser’. Por eso al Aikido se le llama a veces ‘meditación en movimiento’. Todo esto puedes aplicarlo a tu estilo de liderazgo.

1. Armonizar, fusionarse con el problema vs atacar un problema. Salir de tu propio camino

El Aikido es diferente a otras artes marciales de combate. En lugar de enfrentarse o atajar un problema de frente, que puede que no funcione, elige el camino de la menor resistencia y no-conflicto, fusionándose, uniendo tu energía con la de tu oponente para crear un movimiento perfecto. De forma similar, cuando te enfrentas a un problema en el trabajo, no debes abordarlo atacándolo desde fuera, sino que debes trabajar desde dentro para encontrar una solución que obtenga el mejor resultado posible. Soluciona los defectos viendo a través de ellos.

2. Sincera y pura intención

En la práctica del Aikido, la intención debe ser pura. Los movimientos son sutiles, rápidos, y tanto el estudiante como su acompañante deben atacar con sinceridad para que la respuesta sea auténtica. Si no se ejecuta la técnica de forma apropiada con el cuidado de ambos, puedes resultar herido. Al igual que con la ejecución de un plan de negocio o gestionando un equipo, sé valiente: debes ser transparente en tus objetivos y ejecución. Debes liderar con la mente clara. Sin intentarlo a medias tintas.

3. Uso óptimo de energía y recursos

Haz la ‘respiración acompasada’. El Aikido hace hincapié en el uso óptimo de la energía. Movimientos circulares y un leve giro en la cadera marcan la diferencia en la práctica, haciéndote descubrir el poder que se encuentra dentro de ti. Hay un movimiento en Aikido llamado kokyu nage, o ‘respiración acompasada’. Haciendo uso de la energía de tu centro eres capaz de derribar a tu pareja sin mucho esfuerzo. Realiza un seguimiento de dónde y cómo se van a implementar tus recursos. Para el lanzamiento con éxito de un producto que satisfaga a tus clientes, debes estar enfocado, no disperso. Mantener el foco, el centro, te ayudará a ti y a tus empleados a permanecer fiel a tu visión.

4. Músculos flexibles. Empatía y escucha

El Aikido es ideal para desarrollar la empatía. No hay competición, sino repetición de movimientos con diferentes compañeros. Cada uno aporta su propia experiencia y perspectiva. Te fusionas con su energía, y él con la tuya. Como buen compañero necesitas ajustarte a los diferentes niveles de ‘comunicación’. Tu equipo de trabajo tendrá distintas expectativas y perfiles. Deberás ser un comunicador flexible y, sobre todo, saber escuchar.

5. Auto-maestría. Ajustar y repetir

El estudio del aikido dura toda una vida. A pesar de la repetición de movimiento, nunca es estático, como una corriente de agua–siempre aprender algo nuevo cada día. O-Sensei Morihei Ueshiba, fundador del Aikido (también conocido como O-Sensei / ‘Gran Maestro / Profesor’) comentó que sólo entendió de verdad la esencia del aikido en la última etapa de su vida. Como tocar un instrumento musical, se mejora con la práctica. Ajustando y repitiendo. Así serás un buen líder.

El Aikido, gestionar un equipo o montar un negocio comparten ciertas similitudes, es como crear una obra de arte.

Crea tu obra maestra.

 

miércoles, 14 de marzo de 2018

Entrevista a Sensei Claude Berthiaume


AIKIDO, Entrevista a Sensei Claude Berthiaume

 

***Nota:Entrevista realizada hace aproximadamente 20 años

 

Aprovechando su visita de marzo a la argentina, entrevistamos a Claude Berthiaume, 6 to. Dan de Aikido. Berthiaume, de 43 años, posee un dojo en Montreal, donde dicta clases, y brinda seminarios, no sólo en Montreal, sino también en Quebec, EEUU y Argentina.

 

Tomado de http://aikidoencordoba.blogspot.com.co/2012/09/aikido-entrevista-sensei-claude.html

 

 


 

 

Cuando Claude Berthiamue abandonó la práctica de hockey en 1971, a los 17 años, no imaginó que un pequeño aviso sobre Aikido, publicado en el periódico de su Montreal natal, le cambiaría la vida. Hoy, luego de dedicar 28 años al arte que ama, se asombra de haber llegado hasta donde hoy se encuentra. Recuerda, por ejemplo, que, cuando rendía el examen para 5to Kyu, le parecía que jamás podría rendir con éxito el de 3er kyu.

 

Tuvimos la oportunidad de conversar con él, gracias al Sensei Juan Tolone, con quien se contactó a través de Yamada Sensei.

 

KI: ¿Cómo ve al practicante argentino comparado con el canadiense?

CB: Son muy parecidos. Aunque aquí es un poco más nuevo que en los EEUU, con la influencia creciente de los shihanes, como Yamada Sensei, el Aikido en la Argentina está creciendo muy rápidamente.

KI: ¿Cómo es su kamae ante la vida?

CB: Cuando uno entrena, trata de relajarse y ser respetuoso. Lo que más me atrae es brindar Aikido a la gente y recibir de la gente enseñanzas. Este sería mi kamae.

KI: ¿Cómo es su Maai ante sus alumnos?

CB: Mis alumnos son todos individuos; no quiero que se conviertan en copias. Quiero enseñarles lo básico pero, cada uno, debe crecer en lo suyo. Cada uno trae algo al dojo; hay personas que se inclinan más por lo físico, otros por la técnica, pero todos son importantes. Esto es lo que hace que un grupo de practicantes sea fuerte y unido.

KI: Si no existir un atacante en Aikido, ¿existiría el Aikido?

CB: O’Sensei, que era una persona muy espiritual, eligió un arte marcial como el Aikido para trascender más allá del espíritu. Un atacante, supongo, es muy importante. Al menos en la parte física.

KI: ¿Quién es más importante en la práctica: el Uke o el Nage?

CB: Se necesita de los dos para poder desarrollarse y crecer. Se aprende realizando ukemi para los shijanes y, cuando se puede llegar a ser un muy buen Uke, se siente al movimiento. Si uno tiene la oportunidad de ser Uke con cinturones más avanzados, se aprende mucho.

KI: ¿Utilizó Aikido para defenderse en su vida?

CB: (se ríe) No mucho…

KI: ¿Qué hay de cierto en que el estudiante comienza a disfrutar Aikido cuando aprende a caer?

CB: Esto es individual. No todas las personas se sienten atraídas por las mismas cosas dentro del Aikido pero, una vez que empiezan, es como una droga.

KI: ¿A qué se debe el crecimiento del Aikido en estos momentos?

CB: Con que una persona practique. Esto hace que se corra la voz. Además, al no haber competencia en el Aikido (…)  y ya la gente, en la vida cotidiana, se enfrenta a demasiadas competencias, se ve al Aikido como una opción muy atractiva. En Aikido, la única competencia es con uno mismo. Tratar de mejorar en la práctica.

KI: ¿A qué se debe que, en Aikido, haya un mayor valor de la persona y, por lo tanto, un mayor respeto hacia todo practicante?

CB: Si practico con alguien y estoy por romperle el brazo, voy a parar porque no lo quiero lastimar. Yo no gano nada rompiéndole el brazo. Pero, si compito y quiero ganar, no me importará si el otro está en una mala posición. En Aikido, siempre tratamos de respetar el nivel de cada persona. Podemos hacer el mismo movimiento con alguien que recién comienza, como con alguien que practica desde hace 15 años. Cada practicante siente el límite del otro y logra su equilibrio.

KI: ¿Qué es el Ki para usted?

CB: El Ki es energía y la energía es poder, potencia. Potencia, no sólo en fuerza, en flexibilidad o en técnica. Ki es la unión de todo esto, sumándole la respiración.

KI: ¿Cómo “carga las pilas” para seguir adelante con el Aikido?

CB: Hay veces en las cuales estoy cansado. Trabajo todo el día. Pero cuando llego al dojo, allí es donde me “pongo las pilas”; allí cada uno trae su propia energía y, cuando uno entra, no hay otra elección. Hay ocasiones, donde uno entrena y está cansado antes de irse; pero, cuando sale del dojo totalmente cargado, lleno de energía, no puede ni dormir.

KI: ¿Qué significa Aikido para Claude Berthiaume?

CB: Aikido es la manera de brindarle paz a la gente. Este es el objetivo del Aikido: no tirar gente, ni inmovilizarla, sino llevar armonía entre los seres humanos y con todo lo que nos rodea. Si miramos un poco para afuera, hay mucho trabajo para realizar. Comenzando por mí…

 

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