AIKIDO, Entrevista a
Sensei Claude Berthiaume
***Nota:Entrevista realizada hace aproximadamente 20 años
Aprovechando su visita de marzo a la
argentina, entrevistamos a Claude Berthiaume, 6 to. Dan de Aikido. Berthiaume,
de 43 años, posee un dojo en Montreal, donde dicta clases, y brinda seminarios,
no sólo en Montreal, sino también en Quebec, EEUU y Argentina.
Tomado de http://aikidoencordoba.blogspot.com.co/2012/09/aikido-entrevista-sensei-claude.html
Cuando Claude Berthiamue abandonó la práctica de hockey en 1971, a los
17 años, no imaginó que un pequeño aviso sobre Aikido, publicado en el
periódico de su Montreal natal, le cambiaría la vida. Hoy, luego de dedicar 28
años al arte que ama, se asombra de haber llegado hasta donde hoy se encuentra.
Recuerda, por ejemplo, que, cuando rendía el examen para 5to Kyu, le parecía
que jamás podría rendir con éxito el de 3er kyu.
Tuvimos la oportunidad de conversar con él, gracias al Sensei Juan
Tolone, con quien se contactó a través de Yamada Sensei.
KI: ¿Cómo ve al practicante
argentino comparado con el canadiense?
CB: Son muy parecidos.
Aunque aquí es un poco más nuevo que en los EEUU, con la influencia creciente
de los shihanes, como Yamada Sensei, el Aikido en la Argentina está creciendo
muy rápidamente.
KI: ¿Cómo es su kamae ante
la vida?
CB: Cuando uno entrena,
trata de relajarse y ser respetuoso. Lo que más me atrae es brindar Aikido a la
gente y recibir de la gente enseñanzas. Este sería mi kamae.
KI: ¿Cómo es su Maai ante
sus alumnos?
CB: Mis alumnos son todos
individuos; no quiero que se conviertan en copias. Quiero enseñarles lo básico
pero, cada uno, debe crecer en lo suyo. Cada uno trae algo al dojo; hay
personas que se inclinan más por lo físico, otros por la técnica, pero todos
son importantes. Esto es lo que hace que un grupo de practicantes sea fuerte y
unido.
KI: Si no existir un
atacante en Aikido, ¿existiría el Aikido?
CB: O’Sensei, que era una
persona muy espiritual, eligió un arte marcial como el Aikido para trascender
más allá del espíritu. Un atacante, supongo, es muy importante. Al menos en la
parte física.
KI: ¿Quién es más importante
en la práctica: el Uke o el Nage?
CB: Se necesita de los dos
para poder desarrollarse y crecer. Se aprende realizando ukemi para los
shijanes y, cuando se puede llegar a ser un muy buen Uke, se siente al
movimiento. Si uno tiene la oportunidad de ser Uke con cinturones más
avanzados, se aprende mucho.
KI: ¿Utilizó Aikido para
defenderse en su vida?
CB: (se ríe) No mucho…
KI: ¿Qué hay de cierto en
que el estudiante comienza a disfrutar Aikido cuando aprende a caer?
CB: Esto es individual. No
todas las personas se sienten atraídas por las mismas cosas dentro del Aikido
pero, una vez que empiezan, es como una droga.
KI: ¿A qué se debe el
crecimiento del Aikido en estos momentos?
CB: Con que una persona
practique. Esto hace que se corra la voz. Además, al no haber competencia en el
Aikido (…) y ya la gente, en la vida
cotidiana, se enfrenta a demasiadas competencias, se ve al Aikido como una
opción muy atractiva. En Aikido, la única competencia es con uno mismo. Tratar
de mejorar en la práctica.
KI: ¿A qué se debe que, en
Aikido, haya un mayor valor de la persona y, por lo tanto, un mayor respeto
hacia todo practicante?
CB: Si practico con alguien
y estoy por romperle el brazo, voy a parar porque no lo quiero lastimar. Yo no
gano nada rompiéndole el brazo. Pero, si compito y quiero ganar, no me
importará si el otro está en una mala posición. En Aikido, siempre tratamos de
respetar el nivel de cada persona. Podemos hacer el mismo movimiento con
alguien que recién comienza, como con alguien que practica desde hace 15 años.
Cada practicante siente el límite del otro y logra su equilibrio.
KI: ¿Qué es el Ki para
usted?
CB: El Ki es energía y la
energía es poder, potencia. Potencia, no sólo en fuerza, en flexibilidad o en
técnica. Ki es la unión de todo esto, sumándole la respiración.
KI: ¿Cómo “carga las pilas”
para seguir adelante con el Aikido?
CB: Hay veces en las cuales
estoy cansado. Trabajo todo el día. Pero cuando llego al dojo, allí es donde me
“pongo las pilas”; allí cada uno trae su propia energía y, cuando uno entra, no
hay otra elección. Hay ocasiones, donde uno entrena y está cansado antes de
irse; pero, cuando sale del dojo totalmente cargado, lleno de energía, no puede
ni dormir.
KI: ¿Qué significa Aikido
para Claude Berthiaume?
CB: Aikido es la manera de
brindarle paz a la gente. Este es el objetivo del Aikido: no tirar gente, ni
inmovilizarla, sino llevar armonía entre los seres humanos y con todo lo que
nos rodea. Si miramos un poco para afuera, hay mucho trabajo para realizar.
Comenzando por mí…
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