domingo, 28 de agosto de 2016

La limpieza

La Limpieza
Por Tamura Nobuyoshi.
Extraído de:
Aikido Etiqueta y Transmisión




Saber desplazar lo que molesta para la limpieza y saber volver a ponerlo en su sitio es un acto sencillo que educa la atención. Decidir lo que se debe tirar y lo que hay que conservar educa el sentido de decisión.

Pasar el paño por el piso constituye un excelente ejercicio para las piernas y caderas. Incluso cuando un sitio parece limpio, basta con pasar un trapo húmedo para convencerse de lo contrario. Renovando el agua, lavando los trapos de limpieza y limpiando el suelo se experimenta la sensación de refrescar el propio espíritu.

No obstante, para meter las manos en el agua helada en las mañanas de invierno hace falta valor: vencer el espíritu del abandono es parte integrante de la práctica.

Cuando los bokuto, jo, sandalias, etc., están en su sitio, el aspecto de las cosas es agradable a la vista y son fáciles de utilizar. No sólo se trata de satisfacer la conciencia estética, sino también de una educación natural que conduce a reconocer la importancia de la preparación. El tiempo consagrado al entrenamiento es limitado. Los breves instantes que le preceden y le siguen son cortos. Por ese motivo es necesario sacarle el mejor partido posible a hacer la limpieza, lo que supone un buen ejercicio en el sentido de previsión y organización. La decisión de empezar por aquí para continuar por allá y terminar más allá es un ejercicio para el juicio y el espíritu de decisión. La limpieza no sólo pretende purificar el exterior. Esto explica que sea necesario limpiar una y otra vez y sin cesar los lugares que parecen limpios.

El enseñante, que se vale de su conocimiento, no debe contentarse con lograr que sus alumnos hagan la limpieza, es deseable que su ejemplo sea un aliciente para ponerlo en práctica. Me gustaría que meditaran ustedes sobre este pensamiento de O Sensei: "El aikido es la limpieza del cuerpo. Hay que eliminar la suciedad y las impurezas del cuerpo y el alma".

Cuando entra usted en un dojo bien limpio y lustroso, de forma inmediata el corazón se encuentra reconfortado. Estoy convencido de que la práctica diaria del cuerpo y el espíritu se manifiesta de esta manera.

Para hacerlo bien, todos deberían limpiar el dojo por su propia iniciativa antes y después del ejercicio. La limpieza permite colocar las cosas en su lugar, clasificarlas y ordenarlas.

Además, la limpieza es una buena práctica tanto mental como física.

Cuando yo era uchi-deshi, nos uníamos a los demás practicantes para limpiar juntos no sólo el dojo sino también la entrada, los pasillos, los lavabos, los vestuarios, el dormitorio de los uchi-deshi y la calle delante del dojo.

La limpieza te enseña mucho.

Tomemos como ejemplo mero hecho de utilizar la escoba: hay que sujetar el mango con ligereza y hacer llegar el ki hasta los pelos del cepillo, utilizarlo con agilidad, ligereza y fuerza. El principio es el mismo que para el sable o el bastón. Es un ejercicio que, barriendo todos los rincones, permite aprender a ver hasta los aspectos ocultos de las cosas.

lunes, 15 de agosto de 2016

Geometría de los ataques en Aikido

Geometría de los ataques en Aikido
Por Alejandro Villanueva. // Tomado de http://www.aikidoenlinea.com




– ¡En la calle nadie te ataca así!
– ¡Se ha tirado!

Es tan común escuchar estas cosas ante una demostración o incluso ante un vídeo de O Sensei (normalmente ya anciano) que el aikidoka poco experimentado queda falto de palabras para responder. Intentemos, poco a poco, dar nuestro punto de vista sobre estos temas.

En la calle nadie te ataca así

Reconozcámoslo. En Aikido empleamos tan solo estos ataques en un keiko tipo: shomen uchi, yokomen uchi y tsuki. Esto en cuando a golpes. Únicamente tres. ¿Qué tipo de sistema serio enseña a defendernos de tres ataques, dos de los cuales normalmente clasificamos como estúpidos (shomen / yokomen uchi) y un tercero (tsuki) brutalmente telegrafiado?.

Bueno. Hay varias respuestas.

Los sistemas japoneses tradicionales, aparte de enseñar defensa ante una gran multiplicidad de agarres, enseñan defensa ante los mismos golpes que el Aikido. Quizá con la inclusión de mae geri (keri komi, etc.) y de ura yokomen uchi (gyaku yokomen uchi, nuki uchi, etc.). Así que no estamos tan desencaminados en este aspecto.

En realidad no hace falta más variedad en los ataques en un entrenamiento serio de kihon. En estos tres ángulos está todo:

Shomen uchi― golpe descendente tipo. Shomen uchi representa cualquier tipo de corte o golpe de arriba a abajo. Con la mano abierta (shuto uchi), con la mano cerrada (tetsui uchi), con el antebrazo (wanto uchi), con un palo, etc. No hace falta practicar ante todos estos casos particulares durante el kihon geiko. Está todo contenido aquí.

Yokomen uchi ― golpe oblicuo tipo de fuera a dentro. De nuevo puede ser con la mano abierta, un bofetón castellano, hostia a rodabrazo o el más común sucker punch. Incluso un gancho cerrado. Yokomen uchi es todo lo que hace falta para estudiar este ángulo de ataque.

Tsuki ― golpe recto tipo. Todo lo que viene derecho a nosotros entra en esta categoría. Lo mismo un oi tsuki que un mae tsuki, jun tsuki, koshi tsuki o gyaku tsuki. Si viene recto, aquí se estudia.

¿Qué pasa con la multitud de otros casos? No pasa nada. Están aquí, ocultos a plena vista.

¿Ura yokomen uchi? Analizando un poco el ataque y sus maneras de neutralizarlo… ¿cuánto se diferencia de shomen uchi? Poco. O nada. En lo fundamental es en realidad lo mismo. ¿Mae geri, gyaku geri? Misma entrada que en tsuki. ¿Mawashi geri? Fundamentalmente igual queyokomen uchi. ¿Furikomi tsuki o cualquier golpe de abajo hacia arriba? Se entra como ante un tsuki.

Por supuesto sería ilusorio pensar que estamos preparados para actuar ante estos ataques tan sólo practicando los tres ataques arquetípicos mencionados. El oyo waza, o técnicas aplicadas, es siempre necesario y aquí es donde cobra protagonismo, pero no debemos obsesionarnos con él. Oyo waza se trabaja naturalmente cuando el kihon waza se encuentra asumido. Sólo de esta manera somos capaces de hacer frente a situaciones para las que el waza fundamental no está diseñado.1

Estudiando estos tres ángulos – descendente, oblicuo y recto – estamos entrenando atributos que nos permitirán aprender todos los demás de manera trivial. La palabra clave es “estudiando”.

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