sábado, 28 de febrero de 2015

El arte de estar consciente

EL ARTE DE ESTAR CONSCIENTE
Por Gonzalo Gallo


A una persona bastante atareada le dijo un sabio: “hay una pregunta que puede llenar tu vida de amor y luz: ¿qué estoy descuidando?”.
Cuando una cita es importante no valoras a la secretaria que te ayudó y la hizo posible. Cuando un negocio te interesa, de seguro no saludas al portero o vigilante que te abre la puerta. Cuando vives a las carreras comes mal, duermes mal, descansas poco y descuidas tu cuerpo. Cuando lo material te absorbe no nutres ni cuidas tu espíritu, que es tu fuente de energía. Obsesionado con el trabajo o el poder, ¿acaso dedicas tiempo suficiente y atención a tu pareja y los seres amados?.
Pregúntate siempre si estás descuidando algo importante ya que es frecuente actuar con inconsciencia. A los inconscientes se les aplica el pensamiento de Oscar Wilde: “conocen el precio de todo y el valor de nada”.
Para evitar eso es bueno recordar una sabia enseñanza del budismo: vive siempre en estado de alerta ante lo ilusorio, un mundo irreal que percibes como si fuera real porque estás alienado.
Por eso, el filósofo inglés Berkeley habló de una falsa realidad opresiva, alienante e ignota para el que no piensa. Lo cierto es que el sistema crea un mundo virtual que parece real, tal como lo muestra la película Matrix. Sólo cuando despiertas tu sentido crítico intuyes que en el mundo hay una manipulación perversa que te ciega y te enreda en la inconsciencia. Si despiertas actúas como Morfeo o Neo, ‘el elegido’, protagonistas del filme, que se liberan y se dedican a liberar a otros.
¿Eres tú esclavo de la fama, el poder, la moda o de todo lo que te sugiere la publicidad? ¿Vives para ser o para tener y aparentar? Observa bien la película Matrix, aprovecha sus sabias enseñanzas y sigue lo que te diga tu corazón. Si lo haces, acaso descubras esa realidad ilusoria que los budistas llaman Maya; entonces no descuidarás lo importante.
El arte de vivir es el arte de estar siempre plenamente consciente, vivir en un estado de alerta. El arte de vivir es el arte de estar presentes en el aquí y el ahora vibrando siempre en el amor. Suena paradójico, pero hay personas muertas en vida que respiran, consumen y poseen.
Es el drama cotidiano de aquellos que relegan el amor a un segundo plano deslumbrados por lo material. Estar consciente pide serenarse, viajar hacia adentro, meditar y no quedarse en la epidermis. Para estar mejor necesitas reprogramar tu vida y dedicar buen tiempo al cuidado del alma. Una persona consciente no vive como un robot, piensa la vida y siempre se pregunta: ¿qué estoy olvidando?, ¿estoy actuando con amor? Por eso dijo un sabio: hay personas que un día van a morir sin haber vivido.
Desde hace años me gusta estar con moribundos y allí aprende uno lo que no enseña una universidad. Un moribundo habla de la esencia de la vida, no se detiene en fruslerías o banalidades. Como ve cercana la muerte habla del amor, del alma, del perdón, de la familia y los amigos. Con frecuencia se culpa, consciente de haber descuidado lo más importante, pero ya es muy tarde. ¿Qué estás descuidando?. 

lunes, 16 de febrero de 2015

Aikido: Cuerpo y Alma de Uke

Aikido: Cuerpo y Alma de Uke

Texto atribuido a Shoji Seki Shihan
Traducción: José Gregorio





La mitad de Keiko (La práctica) en Aikido consiste en ser Uke. De acuerdo a que tan buen Uke seamos, la calidad de la práctica será muy diferente. Le preguntamos a un Shihan del Honbu Dojo en qué debemos ser cuidadosos durante el entrenamiento con el fin de tener una práctica fructífera:

Shoji Seki Sensei: En la práctica del Aikido, el buen logro de una técnica es el resultado, no sólo del movimiento de Nage, sino de una labor conjunta entre Nage y Uke. ¿Por qué digo esto? porque es sumamente difícil alcanzar el movimiento en el primer intento. Tori hace la práctica, uke responde con suavidad, y así una y otra vez. De esta manera Tori avanzará poco a poco hasta logar hacer el movimiento ideal.
Por lo tanto, yo busco siempre que el principiante se acostumbre a ser lanzado. Esto normalmente no es una experiencia agradable, ser derribado y lanzado por alguien, pero es necesario aprender a disfrutarlo para poder continuar con la práctica.
Para esto, Nage debe tener cuidado de lanzar al principiante sin espantarlo. El instructor tiene que observar el comportamiento de los estudiantes cuidadosamente, y si este llega a ser peligroso, debe corregir de forma adecuada. La responsabilidad del instructor en este punto es muy importante.
Para el principiante, es importante recordar el movimiento de las técnicas tan pronto como sea posible. Cuando alguien le dice cómo debe caer, el principiante no puede entender por qué es necesario caer de esta o aquella forma. Cuando se empieza a entender la relación entre la caída y la técnica, entonces es fácil de adivinar qué tipo de ukemi es el que se necesita. "Caer por caer" no ayuda en los progresos de la técnica de Ukemi.
A medida que progresan los entrenamientos, es necesario hacerse capaz de tomar ukemi de diferentes clases de tori, con potencias y velocidades distintas. Debido a que Uke no puede existir sin el movimiento de Nage, Uke debe moverse sin bloquear ni fingir el movimiento. Uke debe adaptar su movimiento a cada ocasión. Todo esto se relaciona con el método que se use en la práctica. La práctica no será buena si Uke intenta aferrarse demasiado, puesto que en Aikido practicamos técnicas predefinidas, el movimiento siguiente siempre es conocido y esto hace fácil bloquear. Esto no conduce a un buen progreso a menos que su objetivo sea hacer frente y derribar, pero para adquirir un buen movimiento de Aikido esto no funciona.
Con frecuencia veo gente bloqueando y obstruyendo el movimiento de tori, y pretender que con eso se le ayuda y se le está enseñando. Esta no es una buena manera de practicar. Para la práctica lo más conveniente es ser uke en silencio y sin pretender dar instrucciones. El estudiante va a al dojo a practicar y no a dar cátedra.

Un practicante hábil puede aprender varias técnicas en un día, pero sólo el procedimiento de efectuarla. Aunque usted conozca el procedimiento de una técnica, no conocerá el sentimiento y la sensación correcta de esta sin ser uke. Acumulando experiencia con toris experimentados y principiantes se aprende a sentir, como uke, cuando una técnica estuvo bien ejecutada y cuando no. Ser un uke firme pero respetuoso saca a relucir lo mejor de cada nage. De esta manera, si uke aprende a sentir cuando una técnica estuvo bien ejecutada, tratará de realizarla de esta manera cuando deba ser nage. La repetición y la acumulación de estos procesos debe ser la esencia de la práctica diaria.

Puntos importantes que deben ser considerados por Uke:
1. Uke es la parte ofensiva.
Sujetar a nage o hacerle movimientos de corte son maniobras ofensivas. Nage no puede bloquear un ataque si no hay nada que bloquear y un uchi que no llega a la cabeza es una tontería.
Al momento de atacar en necesario ser firme y mantener buena postura. No hay manera de empezar a atacar con una distancia inadecuada, una mala sincronía o en una posición de desequilibrio.
Uke debe caer por la fuerza de Nage. No haga Ukemi sin sentir la fuerza de Nage.
2. Al sujetar la mano utilizar todos los dedos.
Un agarre que solo use el pulgar y el índice se romperá con facilidad. Uke debe agarrar con firmeza con toda su mano, así el movimiento de nage no romperá el agarre y uke se moverá siguiéndolo.
3. ¿Cambiar la fuerza de sujeción durante la técnica?
Cuando Nage se está moviendo durante la técnica, y Uke cambia la fuerza de sujeción, el movimiento de Nage es perturbado. Puede mantenerla fuerte o suave, pero mantenga la misma dirección con la fuerza y siga el movimiento del Nage. Si cambia la fuerza de sujeción, no sólo perturbará el movimiento de Nage, sino también su propia capacidad para reaccionar a la técnica.
4. Recibir el movimiento con todo el cuerpo.
No se debe detener el movimiento centrando la fuerza en el hombro o el brazo. A menudo veo, en el caso de Katate-Dori o Ryote-Dori, a la gente reducir el movimiento al codo o la muñeca. Se debe transmitir la fuerza desde el punto de contacto a todo el cuerpo. Aunque su cuerpo sea más grande que el de Nage se debe recibir la fuerza con todo el cuerpo.
5. Mantener algún contacto visual con el punto de contacto de Nage.
Cuando se es uke se debe procurar mantener el punto de contacto de las manos con nage delante de los ojos. No mirándolo directamente sino manteniéndolo dentro del campo visual. Si la cabeza no apunta al lugar correcto quiere decir que no se está en guardia y esto no es marcial. Si la mirada se fija en la dirección de la caída seguramente la adelantaremos y nos estaremos tirando sin esperar la proyección, en cambio si la mirada busca el punto de contacto con nage el centro del cuerpo la seguirá.
6. No ser un uke perezoso.
Ser uke perezoso significa, por ejemplo, hacer de Uke para Shiho-nage pensando de antemano en el Shiho-nage y moverse por sí mismo, y no por la fuerza de Nage. En ese caso, si Nage cambia la técnica uke no puede seguir. No sea un uke perezoso en ningún caso. No ser un perezoso lo ayudará a pulir su sentimiento.


Recuerdos personales como Uke.
Cuando empecé a ser instructor, estuve siempre preparado para hacer de Uke en el caso de que un instructor de mayor rango me llamara. La impresión de ser Uke para cada instructor es muy diferente. Y todavía recuerdo esas impresiones.
Hice un montón de veces de Uke para Kisaburo Osawa Sensei (9° Dan). No puedo expresarlo con precisión, pero no existía colisión en sus movimientos, y cuando tenía que hacer de Uke me sentía purificado.

Por supuesto estas tomas de Uke no eran cosa fácil. No se sabe cuál es la técnica que viene y es necesario poder responder a cualquier movimiento. Pero toda esta experiencia con instructores de alto rango se encuentra aún en mi memoria y es muy importante para mí. Es por esto que me ocupo de lanzar y lanzar a mis estudiantes tanto como sea posible.

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