domingo, 31 de agosto de 2014

Reflexiones sobre la vida

REFLEXIONES SOBRE LA VIDA

Por Chamalú





Saboreo cada acto. Antes cuidaba que los demás no hablaran mal de mí, entonces me portaba como los demás querían y mi conciencia me censuraba.

Menos mal que, a pesar de mi esforzada educación, siempre había alguien difamándome. ¡Cuánto agradezco a esa gente que me enseñó que la vida no es un escenario! ¡Desde entonces me atreví a ser como soy!.

He viajado por todo el mundo, tengo amigos de todas las religiones; conozco gente extraña: vegetarianos que devoran al prójimo con su intolerancia, personas que caminan con un cartel que dicen: “Yo sé más que tú”; médicos que están peor que sus pacientes, gente millonaria pero infeliz, seres que se pasan el día quejándose, que se reúnen los domingos para quejarse por turnos, gente que ha hecho de la estupidez su manera de vivir.

La montaña es mi punto de referencia: ser invulnerable, que cada uno diga lo que quiera, yo sigo caminando imparable, soy guerrero: mi espada es el amor, mi escudo el humor, mi hogar la coherencia, mi texto la libertad, y si mi felicidad resulta insoportable, discúlpenme, no hice de la cordura mi opción, prefiero la imaginación a lo indio, es decir con inocencia incluida.

Por eso es muy importante que sea el amor lo único que inspire tus actos. Sin amor nada tiene sentido, sin amor estamos perdidos, sin amor corremos el riesgo de estar de nuevo transitando de espaldas a la luz.

En realidad, sólo hablo para recordarte la importancia del silencio. Anhelo que descubras el mensaje que se encuentra detrás de las palabras; no soy un sabio, sólo un enamorado de la vida.

El silencio es la clave, la sencillez es la puerta que deja fuera a los imbéciles.

La educación oficial te prepara para que seas tu propia interferencia. Es interesante ver cómo los programas educativos eligen cuidadosamente todo lo esencial para descartarlo; así, no se enseña a vivir ni a morir, a amar ni a reír. La gente feliz no es rentable, con lucidez no hay necesidades innecesarias.

No es suficiente querer despertar, sino despertar. La mejor forma de despertar es hacerlo sin preocuparse porque nuestros actos incomoden a quienes duermen al lado.

Recuerda que el deseo de hacerlo bien será un interferencia; es más importante amar lo que hacemos y disfrutar de todo el trayecto; la meta no existe, el camino y la meta son lo mismo, no tenemos que correr hacia ninguna parte, sólo saber dar cada paso plenamente.

No, no te resistas, ríndete a la vida, quien acepta lo que es y se habilita para hacer lo que puede, entonces encarna las utopías y lo imposible se pone a disposición.

La mejor manera de ser feliz es: ¡ser feliz!; reconstruye tu raíz y saborea la vida; somos como peces de mares profundos, si salimos a la superficie reventamos. La frivolidad y la intrascendencia condenan la vida a la muerte. Cuando somos más grandes que lo que hacemos, nada puede desequilibrarnos, pero cuando permitimos que las cosas sean más grandes que nosotros, nuestro desequilibrio está garantizado.

El corazón está en emergencia por falta de amor, hay que volver a conquistar la vida, enamorarnos otra vez de ella; nuestro potencial interior aflora espontáneamente cuando nos dejamos en paz. Quizá sólo seamos agua fluyendo; el camino nos lo tenemos que hacer nosotros, mas no permitas que el cauce esclavice al río, no sea que en vez de un camino tengas una cárcel.

La infelicidad no es un problema técnico, es el resultado de haber tomado el camino equivocado.

Amo mi locura que me vacuna contra la estupidez, amo el amor que me inmuniza ante la infelicidad que pulula por doquier, infectando almas y atrofiando corazones. El amor es, a nivel sutil, la esencia de nuestra instancia inmunológica. Sin amor, el síndrome de inmunodeficiencia será adquirido inevitablemente y ello es mortal.

Desde mi corazón indígena sospecho que ser infeliz es una evasión. ¡Cuán fácil es hacer tonterías en este mundo moderno! Sospecho que el hombre empezó a equivocarse hace mucho tiempo, es decir que ya es tiempo de rectificar la marcha, y reorientando el paso, retomar la sagrada senda del sol. No es posible llegar a nuestro sitio sin trascender el egoísmo; no es posible acceder a la vida plena sin haberse purgado previamente de miedos y temores.

La gente está tan acostumbrada a complicarse, que rechaza de antemano la sencillez; la gente está tan acostumbrada a ser infeliz, que la sensación de felicidad les resulta sospechosa; la gente está tan reprimida, que la espontánea ternura le incomoda y el amor le inspira desconfianza.

Hay cosas que son muy razonables y apestan.

Ya no podemos perder el tiempo en seguir aprendiendo técnicas espirituales cuando aún estamos vacíos de amor.

Un día permitimos que nos esclavizaran y ni siquiera existen. El amo resultó ser un fantasma manejado a control remoto por quienes nos prefieren domésticos.

Quienes no están preparados para escuchar tienen la recompensa de no enterarse de nada.

Disfruta de lo que tienes, recibe lo que venga, crea e inventa lo que necesites, haz solo lo que puedas, y fundamentalmente celebra lo que tengas.

La vida es un canto a la belleza, una convocatoria a la transparencia, cuando esto lo descubras desde la vivencia, el viento volverá a ser tu amigo, el árbol se tornará en maestro y el amanecer en ritual, la noche se vestirá de colores, las estrellas hablarán el idioma del corazón y el espíritu de la tierra reposará otra vez tranquilo.

Digan lo que digan de mí yo soy el que soy.

sábado, 9 de agosto de 2014

La armonía del Amor

LA ARMONÍA DEL AMOR
(Conferencia pronunciada por O Sensei Morehei Ueshiba)

Tomada de Aikido o la armonía de la naturaleza
Mitsugi Saotome




El Aikido no es más que la manifestación de las implicaciones del amor. El amor da forma al Universo y purifica todo lo existente. El universo siembra las semillas de las que se deriva todo lo existente y contiene la fuerza infinita que alimenta y permite la germinación y el crecimiento. He dado el nombre de Aiki a las numerosas leyes del Universo, productos del amor que teje este maravilloso tapiz que es la vida sobre la Tierra. La finalidad del Aikido es cumplir una misión de compasión, de protección de todas las formas de vida y de velar por su desarrollo.

¿Cuál es la fuente de materialización de la vida en el universo? El Espíritu Infinito y el amor son las fuentes de la vida. El Aikido es también una fuente, un camino que lleva a la armonía del hombre con el Universo. Sólo si observásemos el principio de unidad con el kami y la humanidad se reconciliase con la naturaleza, podríamos participar en esta búsqueda infinita de la perfección y de ese modo pondríamos fin al mal, al sufrimiento: ésta es la misión vital que nos confía el Universo.

Las formas cósmicas se revelan en el cuerpo humano. Debemos aprender a descubrir el Universo que hay dentro de nosotros y despertar a los principios de equilibrio y amor, principios sagrados que nos ha dado el Universo. El Universo se manifiesta a través de un mosaico infinito de formas: cada una de ellas refleja su plenitud, cada una está en equilibrio perfecto con todas las demás. Así como el universo expresa el Amor de muchas maneras, nosotros debemos expresar el equilibrio y la armonía dinámica del Universo a través de nuestras numerosas relaciones. A través de este proceso el Universo podrá penetrar el cuerpo y el espíritu de los hombres y así nutrirlos con verdadera fuerza.


Todo lo existente proviene de la misma fuente. Todas las cosas que pueblan la Tierra son la expresión de este amor universal. El corazón del Universo late en armonía con la Creación y se inclina en reverencia ante su grandeza. Cada uno de nosotros debiera esforzarse por comprender dicho ritmo y experimentar su corazón como fuente de la armonía de su equilibrio perfecto. El propósito del Aikido se ajusta al sendero del amor universal. Su enseñanza es la del kami. Sus principios son las leyes de la armonía y el balance que gobiernan la vida sobre la Tierra. Su función es unirse al corazón del Universo y dar amor.

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