Texto
original:https://aikicore.wordpress.com/2017/03/24/sobre-valores-de-mensalidade/
Traducción y revisión: Atziri Servin.
Nunca pienses que estás pagando por el Aikido. No se puede comprar lo
que ofrecemos y enseñamos. Tus contribuciones mensuales soportan los costes de
propiedad, artículos de consumo (vasos, papel, productos de limpieza, agua y
facturas de electricidad, etc.) y, siempre que sea posible, un sueldo para los
instructores. Las lecciones que se enseñan en el dojo fueron aprendidas por tu
maestro durante una vida de entrenamiento. Esta capacitación tuvo un precio que
el dinero no puede reemplazar. Este precio fue el sacrificio, sudor, sangre y
lágrimas, todo para aprender algo tan valioso que podemos transmitirte.
Hay quienes piensan que la práctica del Aikido, o cualquier otro arte
marcial, debe ser más barato o hasta gratis. Quieres un buen lugar para
entrenar, aire acondicionado para el verano y aire caliente para el invierno,
agua potable, aseos, un lugar lleno de equipo que puedes utilizar; eso es lo
que cubre tu cuota mensual. Por desgracia, si no hay dinero, no se construye tal
espacio.
Ahora, para ser claros, aprender este arte no tiene precio. No puede ser
comprado o vendido, debe ser ganado y aprendido. Sí, tienes que ganarlo. Aquí
no se entrega una cinta negra a cambio de dinero. Para poder usarla es
necesario cambiar y crecer como ser humano. No habrá caminos fáciles en una
verdadera escuela de artes marciales, y los que buscan una manera fácil y
sencilla, desde luego no vendrán aquí. Sí, soy yo. No soy un político y no creo
en las promociones de esa manera. Creo que las promociones en un arte marcial deben
ser para que te hagas más fuerte, más centrado, prudente, luches y logres tus
objetivos. Esto no se puede aprender con el dinero, sólo se puede aprender
cuando te comprometes a la sesión de ejercicios, cuando luchas por crecer y
cambiar.
El camino no será fácil, pero a lo largo de este también tendrás que
divertirte, conocer gente nueva, despedirte de algunos, y aprenderás acerca de
lo que en realidad es el respeto, integridad y trabajo duro. Estos son los
valores que nuestra sociedad necesita hoy desesperadamente. Ver su Dogi
(kimono), ir al dojo, convertir tu fuerza de voluntad en algo más grande que
tus mejores excusas. Si yo puedo, tú también puedes. Nunca he tenido mucho
talento para el Aikido, pero siempre entrené como loco, nunca permití que mis
fracasos me impidieran ir al dojo o a un seminario.
Continuar la formación, y reconocer el verdadero valor de lo que se está
aprendiendo, y lo que realmente contribuyes mensualmente en tu dojo. Trabaja
duro, se amable... y las maravillas que el Aikido puede hacer por ti serán
reveladas.