Suneo no keiko.
Un entrenamiento en Aikido sincero
Muchas veces los
practicantes nos preguntamos qué necesitamos para realizar un entrenamiento en
Aikido sincero. Esta es una cuestión en ocasiones algo complicada, ya que todo
depende de lo que queramos conseguir, de manera que no es lo mismo entrenar
para mejorar nuestro waza, que para fortalecer nuestro cuerpo, o para hacer
frente a ataques sinceros y no programados. En este caso queremos traer una
anécdota sobre el entrenamiento del waza, es decir, de las técnicas básicas, o
kihon. Esta anécdota viene de la mano de Stan Pranin, que nos cuenta en un
artículo sobre el entrenamiento sincero en Aikido lo siguiente:
Lo siguiente fue una historia real
que ocurrió en el Iwama Dojo hace muchos años. Yo estaba practicando con un uke
de considerable fuerza. En cada ocasión éste usaba su conocimiento de la
técnica que estábamos practicando para bloquear mis movimientos. Por supuesto,
esto era una causa de frustración para mí. Para dejar las cosas claras, procedí
a bloquear su técnica de la misma manera, pero sólo una vez para mostrar lo que
estaba haciendo. Continuó haciendo lo mismo, y desde entonces me resigné a
seguir hasta el final de la clase prometiéndome no entrenar con él de nuevo. Yo
sabía que Saito Sensei nos miraba, y lo vi enfadarse por el rabillo de mi ojo.
Por último, Sensei gritó: “¡Dame! ¡Así iu kudaranai keiko yamero!”(¡No sigáis
con ese entrenamiento estúpido!). Todos nos sentamos mientras Sensei explotó
con mi uke. Explicó que cualquiera puede bloquear la técnica de una persona si
sabe de antemano lo que pretende hacer. Que este tipo de entrenamiento acaba
totalmente con el propósito de la práctica y que uno no puede progresar mediante
esta manera. Sensei luego procedió a
prohibir mi compañero la práctica en el
dojo. El hombre estaba totalmente humillado e inmediatamente dejó el dojo con
la cabeza colgando hacia abajo. Sensei finalmente dejó que el hombre volviese
después de un mes. A partir de ahí, se comportaba de una manera respetuosa y se
convirtió en un estudiante ejemplar. Entrené con él varias veces después de eso
y fue una experiencia agradable. Más tarde estableció su propio dojo y sigue en
activo.
Obviamente, cuándo
recibimos una técnica podemos en cualquier momento detener a tori si sabemos
cómo hacerlo. Pero ese no es el propósito del entrenamiento del kihon, de la
técnica básica. Un entrenamiento en Aikido sincero debe saber cuándo estamos
aprendiendo la base, y cuándo estamos ya a un nivel avanzado y aplicando contra-técnicas
o técnicas fluidas sobre compañeros que realizan ataques no programados.
Convertir la práctica en una lucha constante entre uke y tori no sirve para la
progresión adecuada del estudiante. Aunque esto no implica que uke deba dejarse
hacer la técnica sin más. Existe una fina línea entre la colaboración y la
resistencia en la que uke debe moverse con soltura, para ayudar a tori a
mejorar en su Aikido.
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