martes, 23 de junio de 2015

Suneo no keiko. Un entrenamiento en Aikido sincero

Suneo no keiko. Un entrenamiento en Aikido sincero




Muchas veces los practicantes nos preguntamos qué necesitamos para realizar un entrenamiento en Aikido sincero. Esta es una cuestión en ocasiones algo complicada, ya que todo depende de lo que queramos conseguir, de manera que no es lo mismo entrenar para mejorar nuestro waza, que para fortalecer nuestro cuerpo, o para hacer frente a ataques sinceros y no programados. En este caso queremos traer una anécdota sobre el entrenamiento del waza, es decir, de las técnicas básicas, o kihon. Esta anécdota viene de la mano de Stan Pranin, que nos cuenta en un artículo sobre el entrenamiento sincero en Aikido lo siguiente:

Lo siguiente fue una historia real que ocurrió en el Iwama Dojo hace muchos años. Yo estaba practicando con un uke de considerable fuerza. En cada ocasión éste usaba su conocimiento de la técnica que estábamos practicando para bloquear mis movimientos. Por supuesto, esto era una causa de frustración para mí. Para dejar las cosas claras, procedí a bloquear su técnica de la misma manera, pero sólo una vez para mostrar lo que estaba haciendo. Continuó haciendo lo mismo, y desde entonces me resigné a seguir hasta el final de la clase prometiéndome no entrenar con él de nuevo. Yo sabía que Saito Sensei nos miraba, y lo vi enfadarse por el rabillo de mi ojo. Por último, Sensei gritó: “¡Dame! ¡Así iu kudaranai keiko yamero!”(¡No sigáis con ese entrenamiento estúpido!). Todos nos sentamos mientras Sensei explotó con mi uke. Explicó que cualquiera puede bloquear la técnica de una persona si sabe de antemano lo que pretende hacer. Que este tipo de entrenamiento acaba totalmente con el propósito de la práctica y que uno no puede progresar mediante  esta manera. Sensei luego procedió a prohibir mi compañero  la práctica en el dojo. El hombre estaba totalmente humillado e inmediatamente dejó el dojo con la cabeza colgando hacia abajo. Sensei finalmente dejó que el hombre volviese después de un mes. A partir de ahí, se comportaba de una manera respetuosa y se convirtió en un estudiante ejemplar. Entrené con él varias veces después de eso y fue una experiencia agradable. Más tarde estableció su propio dojo y sigue en activo.


Obviamente, cuándo recibimos una técnica podemos en cualquier momento detener a tori si sabemos cómo hacerlo. Pero ese no es el propósito del entrenamiento del kihon, de la técnica básica. Un entrenamiento en Aikido sincero debe saber cuándo estamos aprendiendo la base, y cuándo estamos ya a un nivel avanzado y aplicando contra-técnicas o técnicas fluidas sobre compañeros que realizan ataques no programados. Convertir la práctica en una lucha constante entre uke y tori no sirve para la progresión adecuada del estudiante. Aunque esto no implica que uke deba dejarse hacer la técnica sin más. Existe una fina línea entre la colaboración y la resistencia en la que uke debe moverse con soltura, para ayudar a tori a mejorar en su Aikido.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Eventos y Actividades