Origen
del Jo
Leyenda ampliamente difundida
Se desconoce su autor
El Jo originalmente fue concebido como una vara
redonda de roble blanco, de 1,28
metros de largo y 2 centímetros de
diámetro. La madera debe dejarse secar naturalmente para lograr su peso justo,
balance y elasticidad. Es tan versátil que puede usarse como una espada o para
golpes directos contra un adversario y como consecuencia de su diseño es
manejado suavemente y con gran velocidad.
La leyenda atribuye el origen del Jo a Muso Gonnosuke
quien era experto en el manejo del Bo. Famoso a lo largo de todo Japón se batía
a duelo con otros Samurái hasta que se topó con el también legendario Miyamoto
Musashi a las afueras de la antigua ciudad de Edo (Tokio moderno). Ambos
contendientes no habían sufrido derrota alguna hasta el momento. El combate fue
una demostración de insuperable habilidad, Musashi golpeó con todas sus fuerzas
mientras Gonnosuke bloqueó el golpe, en ese momento cuenta la historia que
Musashi desenvaina su sable corto y marca el golpe de la victoria; perdonando
la vida de Gonnosuke considerado un adversario digno. Gonnosuke se retiró con
la amarga sensación de la derrota en la boca, pero era consciente de que había
sido perdonado lo cual lo llevo a un cambio decisivo en su vida y por unos años
se dedicó a desarrollar la forma de derrotar el estilo de “los dos sables” de
Musashi sin conseguirlo por lo que se retiró a meditar sobre su vida y las
sagradas artes marciales.
Gonnosuke vivía una vida austera, de constante y estricta disciplina, meditaba y ayunaba hasta que una noche la guía divina le mostró lo que debía hacer. En los días siguientes buscó el roble indicado, cortó una rama y de esta confeccionó una vara. A diferencia del Bo, esta era más corta, liviana y pequeña en diámetro: era el arma que le había sido revelada en sus sueños.
Luego de mucho esfuerzo, Gonnosuke había
desarrollado una nueva arma a la cual llamo Jo. Luego se dedicó a desarrollar
nuevas técnicas y movimientos considerando que esta nueva arma lo posicionaría
mucho más cerca de su oponente. Perfeccionar su técnica le llevó
aproximadamente unos dos años logrando combinaciones de trabas, golpes sobre
puntos vitales del cuerpo a los que llamo atemi. Cuando se sintió preparado,
salió de su reclusión para enfrentarse nuevamente con cualquiera que se le
cruzara.
Como era de esperarse no pasó mucho tiempo para que
su camino y el de Musashi se cruzaran nuevamente, y así fue. El nuevo combate
se desarrollaba de una forma totalmente diferente al primero, el tiempo parecía
detenerse y Gonnosuke no podía sacar lo mejor de su creación, pero en un abrir
y cerrar de ojos y con movimientos casi imperceptibles Muso Gonnosuke logra una
clara victoria sobre Musashi, la historia dio un giro y Musashi sufrió la
primer derrota de su vida. El momento era crítico pero debido a que este era un
duelo de verdaderos Samurái Muso Gonnosuke perdonó la vida de Miyamoto Musashi
recordando cómo había sido perdonada la de él. De ese lugar se retiraron dos
maestros de las artes marciales los cuales nunca fueron derrotados salvo el uno
con el otro. Esta increíble historia se desarrolló cerca del año 1600 de
nuestra era.
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