Aikido
Conferencia atribuida a O’Sensei
Morihei Ueshiba
Ya que AI
(armonía), es igual que AI (amor), he decidido llamar mi único BUDO, AIKIDO, aún cuando la palabra
AIKI sea una palabra antigua. El sentido en que esta palabra era utilizada por
los guerreros en la antigüedad, es fundamentalmente distinto del sentido en el
que yo la utilizo. El AIKI no es una técnica para pelear contra el enemigo o
para defenderse de él. Es la manera de reconciliar el mundo. Y hacer que todos
los seres humanos sean una sola familia. El secreto del AIKI es armonizarse uno
mismo con el universo y llevarnos a un acuerdo con este mismo. Quien ha
conquistado el secreto del AIKI tiene el universo en sí mismo y puede decir:
“yo soy el universo”, yo nunca soy vencido por un enemigo, por más veloz que
sea su ataque, no es una cuestión de velocidad, porque simplemente la lucha ha
terminado antes de haber comenzado. Cuando el enemigo trata de pelear conmigo -yo, el universo mismo-, debe romper la
armonía del universo, por consiguiente en ese preciso instante cuando él tiene
la intención de pelear conmigo, ya está derrotado -no se pelea contra el amor-.
No
hay medida alguna de tiempo veloz o lento. El aikido es no resistencia, y el
que ya no resiste, es siempre victorioso. Los que tienen la mente desviada, una
mente de discordia, ellos han sido vencidos desde el principio. Pregúntense,
entonces, ¿cómo es posible enderezar la propia mente desviada? ¿Purificar el
propio corazón y estar en armonía con todas las actividades de todas las cosas
de la naturaleza? Habría de hacer propio el corazón de Dios. Él, es el gran
amor presente en cada lugar y tiempo del universo. No hay discordia en el amor,
no hay enemigo del amor. Una mente en discordia, que piensa en la existencia de
un enemigo ya no es coherente con la voluntad de Dios. Los que están de acuerdo
con esto -la existencia del enemigo-
no pueden estar en armonía con el universo.
El BUDO de ellos es destructivo, no es un BUDO constructivo. Por consiguiente
competir en las técnicas, la victoria o la derrota, no son verdadero BUDO. El verdadero BUDO no conoce derrota.
No ser nunca vencido significa vencer. La voluntad de discordia en sí mismo (conflicto), significa cumplir la
propia misión de dar. No es simple teoría, es práctica. Después hay que aceptar
la gran potencia de la unión con la naturaleza.
No
miren a los ojos del adversario, porque vuestra mente será arrastrada en sus
ojos, no miren su espada, por que serán matados por ella. No miren porque
vuestro espíritu será distraído. El
verdadero BUDO es cultivar la energía (KI) con la cual, se atrae al
adversario. Para esto, todo lo que tengo que hacer es mantenerme constante en
esta vía (DO). También estar de
espaldas al enemigo es suficiente. Cuando él ataca golpeándome, se herirá a sí
mismo con la propia intención de golpearme. Soy un todo único con el universo y
nada más. Cuando yo estoy parado, él será arrastrado hacia a mí. No hay tiempo
ni espacio delante de UESHIBA.
Ustedes se equivocan si piensan que BUDO significa tener adversarios y
enemigos, ser fuerte y hacerlos caer.
No hay
adversarios ni enemigos para el verdadero BUDO. Es ser un todo único con el
universo, es estar unidos con el CENTRO
DEL UNIVERSO. En aikido es necesario una mente que esté al servicio de
la paz para todos lo seres del mundo. No la mente de uno, que desea ser fuerte
y que practica solamente para hacer caer a los adversarios.
Cuando
alguien pregunta que si los principios de mi AIKI-BUDO, son sacados de la
religión, yo contesto: No, los principios de mi verdadero BUDO iluminan las
religiones. Y las llevan a su cumplimiento. Yo estoy sereno donde sea que me
ataquen. No tengo apego con la vida y la muerte. Yo dejo cada cosa como esta,
para Dios. Se desprendido de la vida y de la muerte y ten una mente que deje
cada cosa a él, a Dios, no solamente cuando eres atacado por un adversario,
sino también en la vida de todos los días. El verdadero BUDO es una obra del
amor. Es dar vida para todos los seres y no matarlos ni combatirlos. El amor es
la deidad protectora de todas las cosas, nada puede existir sin ello. El aikido
es la realización del amor. No hago de los hombres mis amigos. Entonces, ¿quien
es mi amigo?, Dios. Este mundo no va bien porque la gente se hace amigos,
diciendo y haciendo cosas tontas. Los seres del bien y del mal son todos una
sola familia, unidos en el mundo del aikido. Esto evita cualquier apegamiento, -no
considere el bien y el mal cosas separadas entre sí-. El AIKIDO pone a todos
los seres en constante crecimiento y desarrollo, y está al servicio del
cumplimiento del universo. En el aikido controlamos la mente del adversario
antes del encuentro con él. Es decir, lo arrastramos en nosotros. Adelantamos
en la vida con esta atracción en nuestro espíritu e intentamos tener una visión
entera del mundo.
Incesantemente
nosotros predicamos que las luchas no debieran existir. Por este motivo
prohibimos los encuentros en AIKIDO. El espíritu del aikido es el de un ataque
de amor y de una practica de pacifica reconciliación. Con este fin nosotros enlazamos
y unimos a los adversarios con la potencia de la voluntad del amor. Con el amor
somos capaces de purificar a los demás. Hay que entender al AIKIDO primero como
BUDO, luego como un tipo de servicio para construir la familia del mundo. El
AIKIDO no es solo para un país, o para una sola persona. Su fin es el
cumplimiento de la obra de Dios. El verdadero BUDO es la protección del amor de
todos los seres con un espíritu de reconciliación. Reconciliación significa
permitir el cumplimiento de la misión de cada uno. “La vía” significa ser uno con la voluntad de Dios y practicarla. Si
estamos, aunque sea solo en una mínima parte alejados de ella, la voluntad de
Dios, ya no es la “la vía”. Podemos decir que el AIKIDO es una manera de barrer
los demonios con la sinceridad de nuestro respirar, usando “KI” en vez de una espada.
Es decir dirigir un mundo orientado
hacia los demonios, hacia el mundo del espíritu.
Esta es la
misión del AIKIDO. La voluntad del mal cae vencida y el espíritu se eleva en la
victoria. Entonces él llevará sus frutos en el mundo. Sin el BUDO una nación va
a su ruina. Ya que el BUDO es la vía de la protección del amor y la fuente de
las actividades científicas.
Los que
tratan de estudiar el AIKIDO deberían de abrir sus mentes, escuchar la
sinceridad de Dios a través del AIKI y practicarla y mejorar sin ningún
obstáculo.
Quiero que las personas gentiles escuchen la voz del AIKIDO.
Esto no es para corregir a lo demás, es para corregir tu propia mente.
Esto es el AIKIDO
Esta es tu misión y debería ser tu misión.
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