Cinco lecciones
de liderazgo del Aikido
https://medium.com/espanol/five-get-out-of-your-own-way-leadership-skills-from-aikido-8af613b07482
El Aikido, como arte
marcial, es un estudio de la energía, tanto la tuya como la de tu oponente, y
en un contexto más amplio se puede aplicar a la vida y al liderazgo. Puede que
ya estés poniendo en práctica algunas de las habilidades que se mencionan en
este artículo, pero una práctica físico-mental como el Aikido puede ayudarle a
afinar estas habilidades aún más.
Piensa que lo que te
aporta el tatami en el dojo
es un estudio microscópico y a la vez intenso sobre la fusión de cuerpo, mente
y espíritu. Estos tres elementos deben estar en sintonía para el ‘ser’. Por eso
al Aikido se le llama a veces ‘meditación en movimiento’. Todo esto puedes
aplicarlo a tu estilo de liderazgo.
1.
Armonizar, fusionarse con el problema vs atacar un problema. Salir de tu propio
camino
El
Aikido es diferente a otras artes marciales de combate. En lugar de enfrentarse
o atajar un problema de frente, que puede que no funcione, elige el camino de
la menor resistencia y no-conflicto, fusionándose, uniendo tu energía con la de
tu oponente para crear un movimiento perfecto. De forma similar, cuando te
enfrentas a un problema en el trabajo, no debes abordarlo atacándolo desde
fuera, sino que debes trabajar desde dentro para encontrar una solución que
obtenga el mejor resultado posible. Soluciona los defectos viendo a
través de ellos.
2.
Sincera y pura intención
En
la práctica del Aikido, la intención debe ser pura. Los movimientos son
sutiles, rápidos, y tanto el estudiante como su acompañante deben atacar con
sinceridad para que la respuesta sea auténtica. Si no se ejecuta la técnica de
forma apropiada con el cuidado de ambos, puedes resultar herido. Al igual que
con la ejecución de un plan de negocio o gestionando un equipo, sé valiente:
debes ser transparente en tus objetivos y ejecución. Debes liderar con
la mente clara. Sin intentarlo a medias tintas.
3.
Uso óptimo de energía y recursos
Haz
la ‘respiración acompasada’. El Aikido hace hincapié en el uso óptimo de la
energía. Movimientos circulares y un leve giro en la cadera marcan la diferencia
en la práctica, haciéndote descubrir el poder que se encuentra dentro de ti.
Hay un movimiento en Aikido llamado kokyu nage, o ‘respiración
acompasada’. Haciendo uso de la energía de tu centro eres capaz de derribar a
tu pareja sin mucho esfuerzo. Realiza un seguimiento de dónde y cómo se van a
implementar tus recursos. Para el lanzamiento con éxito de un producto que
satisfaga a tus clientes, debes estar enfocado, no disperso. Mantener el foco,
el centro, te ayudará a ti y a tus empleados a permanecer fiel a tu visión.
4.
Músculos flexibles. Empatía y escucha
El
Aikido es ideal para desarrollar la empatía. No hay competición, sino
repetición de movimientos con diferentes compañeros. Cada uno aporta su propia
experiencia y perspectiva. Te fusionas con su energía, y él con la tuya. Como
buen compañero necesitas ajustarte a los diferentes niveles de ‘comunicación’.
Tu equipo de trabajo tendrá distintas expectativas y perfiles. Deberás
ser un comunicador flexible y, sobre todo, saber escuchar.
5.
Auto-maestría. Ajustar y repetir
El
estudio del aikido dura toda una vida. A pesar de la repetición de movimiento,
nunca es estático, como una corriente de agua–siempre aprender algo nuevo cada
día. O-Sensei Morihei Ueshiba, fundador del Aikido (también conocido como O-Sensei
/ ‘Gran Maestro / Profesor’) comentó que sólo entendió de verdad la esencia del
aikido en la última etapa de su vida. Como tocar un instrumento musical, se
mejora con la práctica. Ajustando y repitiendo. Así serás un buen
líder.
El
Aikido, gestionar un equipo o montar un negocio comparten ciertas similitudes,
es como crear una obra de arte.
Crea
tu obra maestra.