PROPÓSITO
Tomado del libro “Aikido. Etiqueta y transmisión”.
Autor: Nobuyoshi Tamura
Fragmento escrito por S.
Benedetti
Según
una conversación con Osawa Kisaburo sensei, director técnico del Zaidan Hojin
Aikikai, Sekai Aikikai So Hombu.
-
Maestro ¿nos podría decir cómo ha influido la práctica del zen en su práctica
del Aikido?. Por otro lado, ¿aceptaría usted escribir un prefacio para el
próximo libro de Tamura?.
Practico
el soto-zen. Fui discípulo de Sawaki Kôdó Roshi, el maestro de Deshimaru Roshi.
El zen-soto no persigue el satori, la iluminación…es simplemente
sentarse, decía él. Ser claro y nítido como un espejo que refleja todos los
aspectos del mundo sin pretender retener nada ni guardar nada en su poder.
Cuanto más puro sea el espejo menos apego habrá. Se trata del concepto de mu-sho-toku[1], central del
soto-zen. Cuando el espejo no está perfectamente nítido transforma el mundo que
recibe.
El
apego hace nacer el espíritu combativo; sin embargo, el aikido es una
búsqueda de la libertad que se realiza modelando el cuerpo, como un panadero
amasa pan, no es un método de destrucción. En el aikido se encuentra la
libertad del espejo.
Si,
por lo tanto, existe un espejo que pulir, por supuesto hemos de practicar el aikido
en ese sentido, cada uno ayudando al otro en esta tarea. Por esta razón es
paradójico transmitir el aikido por medio de un libro, porque un libro
no es un espejo sino una manifestación del ego que querría fijar el reflejo del
mundo.
¡Me
está pidiendo que escriba, pero no se puede fijar nada por escrito! Intente,
más bien, tomar nota de mis palabras…
El
maestro Osawa, pues, nos ha dejado a nosotros la responsabilidad de jugar a los
espejos sucios.
……
Nuestro espíritu es como un espejo brillante
Sin cesar hay que limpiarlos
Para que estén libres de cualquier mota de polvo.
Shen
Hsuin
Nunca
ha habido árbol de la iluminación
Ni
espejo brillante Desde el principio la naturaleza es pura y clara…ninguna cosa es
¿Cómo podría ser ensuciada por el polvo?.
Huei
Neng
[1] Mu-sho-toku:
sin meta, sin motivo, sin búsqueda de provecho, o beneficio, o reconocimiento.
El no-provecho, el no-deseo. Dar sin buscar recibir. Hacer sin esperar nada a
cambio. Abandonar todo, sin miedo de perder. De la misma forma que un artista
debe darse por entero sin ocuparse de alcanzar la gloria, la belleza, la
riqueza; así se practica zazen: sin buscar nada, sin esperar nada, sin desear
nada. Si abandonas todo, obtienes todo.
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