miércoles, 19 de junio de 2013

Reflexiones sobre 9/11


Reflexiones sobre 9/11

 
Por Yoshimitsu Yamada,
8° Dan Shihan
http://www.aikidosphere.com/yys911.cfm

  

Foto, cortesía Howard Yanes
Nota del Editor Aikidosphere: Este artículo ha sido reimpreso con el gentil permiso de Budo International Publishing Company y el director gerente Alfredo Tucci. Yamada Sensei es un contribuyente regular a esa revista.

 
Quisiera tomar esta oportunidad para agradecer a todos los lectores de la revista Cinturón Negro por haberme enviado una carta bonita expresando simpatía por nosotros durante los eventos del 11 de Septiembre en la ciudad de Nueva York. De hecho, yo estaba en París en ese momento, esperando por mi vuelo de regreso a Nueva York. Simplemente no podía creer esta tragedia. Afortunadamente mi dojo y todos mis alumnos salieron ilesos. Sin embargo, algunos miembros del departamento de bomberos cerca de mi escuela sacrificaron sus vidas tratando de rescatar a civiles intentando escapar del infierno de las torres.
 
Algunos de nuestros alumnos, quienes hicieron sus carreras profesionales dentro o alrededor de las Torres Gemelas, tuvieron que correr por sus vidas, y muchos fueron testigos de las atrocidades que ningún ser humano debería ver jamás. Algunos de los policías, como también electricistas y trabajadores de construcción que entrenan en el dojo, han trabajado sin descanso en Ground Zero, limpiando los restos mientras sacan las víctimas una por una.
 
Durante el día de la tragedia, aunque habíamos cancelado clases, la gente seguía viniendo a visitar, como un punto donde pararse mientras regresaban a sus hogares, ya que todo tipo de transporte se había detenido por completo. Los alumnos se reunieron en el dojo para conectarse con otras personas, y sentir la sensación de comunidad que nuestro dojo suministra. Recibimos cientos y cientos de correos electrónicos y llamadas telefónicas expresando preocupación desde todas partes del mundo, por los cuales estamos tan increíblemente agradecidos.
 
A pesar de este incidente inconcebible, todos mis alumnos y compañeros neoyorquinos seguíamos parados firmemente, especialmente en un seminario en particular de Aikido después del incidente, en donde muchas personas vinieron y practicaron más duro que lo usual, como si estuviesen tratando de sobreponerse a su tristeza, y con simpatía por las víctimas.
 
Aún con mi pequeña cantidad de información, parece que hubo algún tipo de conflicto religioso involucrado en el incidente del World Trade Center, y la siguiente declaración que haré no es para atacar a religiones individuales, pero simplemente quisiera comentar sobre ciertas religiones y el Aikido.
 
En el pasado e inclusive ahora, me preguntan, “¿qué debo hacer si un individuo quiere comenzar Aikido, pero bajo una condición, que no pueden hacer reverencia ante la imagen del Fundador, y tampoco pueden practicar con una mujer?” Esto a veces también pasa en mi dojo.
 
Mi respuesta es, “si usted no puede hacer reverencia y no puede practicar con el sexo opuesto, entonces quizás es mejor que no deba entrenar aquí.” Lo digo de una manera buena y soy cortés. En un dojo de Judo, ellos hacen saludos de reverencia antes y después de clase al Maestro Kano. En un dojo de Karate, hacen reverencia al Maestro Funakoshi. En Aikido, hacemos reverencia al Maestro Ueshiba. Y hasta donde entiendo, no estamos haciéndoles reverencia como si fuesen “Dios”. Simplemente, estamos haciéndoles reverencia para agradecerles por haber creado el arte que nos trajeron, y por respeto a sus logros.

 

También hacemos reverencia a nuestros compañeros para agradecerles por ser nuestro instrumento para pulir nuestra técnica. En cuanto al Aikido, nuestro Maestro Ueshiba dejó su arte para toda la humanidad, sin importar la religión o sexo, a fin de poder asociarnos o convivir juntos en paz y armonía. Para mí, pensar que el Dios en el que usted cree es el “único Dios” es algo egotista y egoísta. Quién sabe, en el lugar donde todos los dioses habitan, ellos probablemente están hablando juntos, echando broma juntos y hasta tomando vino juntos. ¿Quién sabe? Entonces, ¿por qué tenemos que pelear sobre cuál es el “verdadero Dios”?.
 
En lo que a mí me respecta, el Aikido es uno de los Budo que no tiene nada que ver con religión. Por supuesto, nuestro Maestro fue una persona muy religiosa, pero él nunca nos forzó ni nos educó a seguir su religión. Yo personalmente nunca lo ví como un dios, sino simplemente lo respeté porque era un gran ser humano.
 

Tal como en otros dojos, tenemos una clase para niños y estoy tan complacido de ver tanta gente joven disfrutando la práctica del Aikido. Es un trabajo muy difícil conducir la clase para niños, especialmente en Aikido. Se necesita paciencia, cuidado e imaginación para estar calificado para ser un instructor para la clase de niños. Por esa razón, yo respeto tanto a estos maestros. Por otro lado, ¿podría imaginar si algunos de estos instructores que les enseña Aikido también enseñaran con alguna influencia religiosa? Eso podría ser potencialmente peligroso.
 
Podemos enseñar a los niños Reigi, como lo llamamos en japonés, o en inglés sería buen comportamiento y etiqueta, sin relacionarlo con la educación religiosa. Podemos enseñar orden, disciplina y respeto por otras personas sin imponer ideologías religiosas. En lo que a mí respecta, esa es la belleza del Budo y la esencia del Aikido.

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