Jason Pfohl (J): Recuerdo los años ochenta, al crecer, viéndolos entrenar. Ustedes eran mis héroes; tú, Paul [Sylvain], Lorraine [Dianne], Donovan
[Waite], Claude [Beaurthiume], Harvey [Konigsberg], David [Halprin]. Viéndolos; ya sabes, hoy 25 años más tarde y en ese momento ustedes
tenían el estatus de leyenda para mí. Ahora supongo que son leyendas vivientes
[risas]. Supongo que no te has dado cuenta de ello. Básicamente mi verdadera
pregunta es, ¿qué ha cambiado en los últimos 25 años en el Aikido?
Peter Bernath (P): Creo que las cosas han cambiado en el sentido de que las cosas no han
cambiado en absoluto. Todavía siento algo de lo mismo dentro de esta
organización como lo era antes. Voy a seminarios, practico en el campamento de
verano, tengo mi relación con Yamada Sensei, algunas personas han fallecido;
eso es extraño, ya sabes maestros como Sugano, Paul y todos ellos. Las cosas
cambiaron. Ciertamente me siento más viejo, mi cuerpo duele; pero supongo que
siempre me ha dolido.
J: ¿Cómo te involucraste con el Aikido originalmente, estabas en San
Francisco?
P: Sí, jugué Fútbol en la secundaria, hice gimnasia y esas cosas y yo
estaba haciendo un viaje por todo el país en una furgoneta Volkswagen, fue
alrededor del 71 y estábamos en el barrio japonés en San Francisco, vimos el
cartel de una mujer que estaba como arrodillada y un chico estaba volando por encima
de ella completamente desequilibrado; ella tenía una mirada muy serena en el
rostro en medio de esta increíble acción. Acabamos de verlo y dijimos “¡Guau!,
¿qué es esto? Aikido”, no sabíamos lo que era, así que fuimos hasta el dojo y
era un lugar interesante con hermosos pisos de madera, grandes ventanas, tatami
real de Japón. Comencé a practicarlo, me recordó una mezcla de fútbol y
gimnasia; así fue como todo inició.
J: ¿Quién era el Sensei?
P: Bien, hubo un buen número de chicos, estaba un tipo llamado Mel
Stewart, que era un antiguo estudiante de Yamada Sensei. Había otro tipo, Ken
Kubo, era ingeniero y Steve Sasaki, solía venir de Berkeley los jueves, era uno
de los profesores de más edad en la zona. Ese fue el comienzo.
J: ¿Y luego te fuiste
específicamente a Nueva York para entrenar con Yamada Sensei o cómo sucedió?
P: Regresé a Nueva York porque
mi madre se había retirado y se iba a trasladar a Honduras, así que regresé
para ayudarle con eso, comencé en Nueva York Aikikai, luego me fui a Honduras
durante seis meses y regresé a Nueva York.
J: ¿En qué año fue eso?
P: Debió ser alrededor del
72-73; yo volví, estuve dos temporadas en California, un tiempo en Honduras y
luego me fui a Nueva York de nuevo.
J: Y entonces, ¿cómo fue que
evolucionó tu relación con Yamada Sensei?
P: Bueno, es una relación
complicada. Yo era bastante atlético y ágil. Ricky [Sticles] y Bruce Bookman me
enseñaron un montón de cosas sobre ukemi y cómo hacerlo, así que él (Yamada
Sensei) vio que yo podía moverme bien, entonces empezó a usarme por mi ukemi
para demostrar técnicas; excepto la primera vez que me llamó en una clase, era
como... bueno solía llamarnos en orden, Angel [Alvarez] era el primero, a
continuación Bruce [Bookman], luego Ricky [Stickles] y a mi me llamó un día
después de Ricky. Yo lo miraba como pensando "¿Qué, YO?", estaba muy asustado porque todo el mundo
estaba ahí, cuando me acerqué estaba temblando, metió el brazo y lo agarré,
creo que volvió a decir algo y luego se me doblaron las rodillas, sólo caí
delante de él. Él sólo me miró, toda la clase comenzó a reír y yo me puse rojo;
me dijo que me sentara y creo no me llamó de nuevo durante unos dos meses.
J: ¿Fueron sólo nervios?
P: Estaba muy nervioso.
J: ¿Qué edad tenías en ese
momento?
P: Supongo que tenía alrededor
de 23.
J: Así que eras un niño.
P: Sí, más tarde me convertí
en un buen uke para él, pero no empecé de esa manera.
J: ¿Cuántos años estuviste en
ese dojo?
P: Yo dejé New York Aikikai en
1980 y fue entonces cuando Sensei [Yamada] quería abrir un dojo en la Florida,
así que me preguntó si quería ser instructor. Sensei Yamada solía visitar la
Florida y estaba empezando a ampliar su propio sistema de seminarios. Tenía
gente en el Estado con los que había trabajado, pero él quería tener un lugar
con su propia gente, él quería hacer ahí un seminario anual; ese fue el
comienzo del seminario de invierno. Me habían ofrecido un trabajo de director
de arte que estaba contemplando pero sentí que realmente amaba hacer Aikido, yo
no conocía a nadie que se ganara la vida aparte de él (Yamada Sensei), así que
pensé “¡qué diablos! ¡vamos a darle!”.
J: ¿Cómo fue la construcción
de un dojo? Veo que ahora hay clases los siete días de la semana, hay una clase
a las 6:30am; parece un dojo muy ocupado.
P: Sí, tenemos dos clases por
la mañana 6:30 y 9:00, dos clases de la tarde a las 6:00 y 7:15, horario
completo el fin de semana con algunas clases y el programa de los niños con
múltiples clases al día.
J: ¿Y compartes las
responsabilidades de dirección del dojo con Penny [Bernath]?
P: Penny y yo somos los
mayores ahí. Pero Penny tiene toda una carrera con PBS. Ella creó KidVisionVPK.org
que es una importante innovación en el desarrollo infantil temprano y la
formación del profesorado. También se ha mantenido constante con su Aikido,
siempre va al dojo cada fin de semana, lo que es genial porque yo viajo mucho. Así
que ella enseña y se ocupa de los fines de semana cuando estoy fuera.
En muchas clases me ayudan
mucho los yudansha con más tiempo y con Helen Reynolds, que es mi manager del dojo
y ejecuta el programa para niños. Ella y su esposo Keith Lit son como regalos
que los dioses me enviaron. Habían estudiado Aikido en Japón y ahí enseñaban Inglés
a niños japoneses, así que cuando regresaron se invirtió ese proceso y comenzaron
a enseñar japonés en nuestras clases de los niños y en los campamentos. Ellos enriquecen
mucho nuestro programa para niños. Siempre hemos tenido un buen programa para
niños, hemos tenido más de cincuenta a la vez, pero ahora tenemos más de ciento
cuarenta.
J: A veces siento que los
niños son los que más se benefician del Aikido.
P: Es curioso, porque tengo
chicos que vuelven después de graduarse en la universidad, chicos que están
cerca de los treinta años de edad diciéndome "usted no me recuerda",
pero sí lo hago, porque aunque ya son mayores conservan características en sus
rostros de cuando eran niños de diez años, y eso está bien, porque significa
que para ellos y otros niños vienen otros detrás que regresan a unirse de
nuevo; es una cosa maravillosa.
Pero los primeros días del
dojo eran diferentes. Fui [a Florida] por una bolsa de treinta libras de arroz
y me compré unas latas de sardinas, esa fue mi dieta básica, simplemente arroz y
sardinas. Viví esa vida durante mucho tiempo. No tenía una ducha en el dojo. Me
duché con una manguera en el exterior. No había aire acondicionado. Tenía esa
gran ventana que daba al oeste apenas bañado en el tatami por la tarde. Estaba
caliente como el infierno. Una noche me dormí en el tatami porque no podía
dormir en otro lugar debido al calor, me levanté y encendí la luz del baño y
pude ver la figura de un ángel de nieve en el tatami, pero era mi sudor, pude
ver la huella de mi cuerpo ahí. Entonces pensé "tengo que cambiar algo".
Finalmente terminamos haciendo en uno de los cuartos un baño completo con ducha
y nos donaron un aire acondicionado para mi habitación.
J: ¿Así que ahora tus chicos a
entrenan con aire acondicionado?
P: Oh sí, por supuesto, es
Florida. Es caliente y húmedo como el infierno. Ese primer dojo estuvo bien por
un tiempo, pero el alquiler finalizó y terminamos por mudarnos a un lugar en
Fort Lauderdale, detrás de la YMCA. Era malditamente caliente, tuvo filtraciones
que empaparon las colchonetas. Yo me preguntaba: "¿por qué no viene nadie?
¿por qué nadie se nos une? ¿por qué no se queda nadie?". Tuve 15 o 20
alumnos “duros” de Aikido; yo no sé por qué siempre se quedaron, era un mal
momento, el calor siempre era como el infierno y me preguntaba por qué yo no
tenía más estudiantes. Tan pronto como nos mudamos a nuestra ubicación actual,
con aire acondicionado y todo lo demás, la gente se acercó a las puertas y se
quedaron. Es obvio que yo no era un gran hombre de negocios [risas].
J: Yo veo que hay un muy
fuerte elemento de autodefensea en tu práctica, ¿qué tan importante es este
elemento en tu enseñanza?
P: Yo creo que puede ser una
guía para conseguir una comprensión de la dinámica física que está sucediendo.
Creo que es realmente importante para ver qué opciones tienes, qué opciones
tiene la otra persona, tiene algo entre manos, está usándolas, es como tener un
imán y un pedazo de metal que sólo se siguen uno a otro, ¿sabes? Sucede por una
razón, es una cosa sutil, sucede porque uke [la persona que recibe la técnica] siente
que podría ser atacado, y tiene que moverse un poco, y se despliega algo más
para ti. Te enseña también acerca de la estructura de tu cuerpo, a tener una
posición sólida, y ser capaz de controlar el peso de alguien, o ser capaz de
generar otro ataque si es necesario. Es una gran diferencia si acabas de
realizar una técnica o si la recibes. Cuando eres Uke se supone que siempre
debes pensar: "Yo podría haberlo golpeado", debes tener la intención
y la posición para ser realmente capaces de golpear a tu oponente, en
consecuencia esa persona tiene que reaccionar. De repente la práctica se vuelve
más eléctrica y viva. No tiene que ser dura ni nada, sólo debe tener intención,
ser consciente de lo que estás haciendo.
Creo que hay muchos niveles
profundos para aprender en Aikido, y ésto sucede pues es un arte marcial. Es lo
que es. Es un arte de defensa que puede ser un arte de combate, pero el Aikido
también puede ser un montón de cosas; uno puede desarrollarlo como un arte
mental, como una ciencia, como muchas, muchas cosas. Pero creo que aquel que
profundiza en el conocimiento de cada situación, puede mejorar la práctica y la
experiencia. La práctica del Aikido nos toca de una manera que no nos toca nada
en un día normal.
J: Recuerdo que Sensei Chiba
siempre solía decir que si no tienes ese elemento marcial en tu práctica,
entonces Aikido termina por convertirse en pura danza.
P: Sí, puede ser una bella
danza...
J: ¿Hay un elemento espiritual
que tu práctica?
P: Oh, sí, claro. Creo que
Aikido es mi forma completa de relacionarme con la existencia... esta
conciencia... esto de ser un tipo de entidad consciente en este increíble
planeta, en este universo que no es como en realidad pensamos que es. Y he
hecho cosas en mi vida que me han demostrado que la realidad física no es como
parece ser, que las cosas pueden cambiar y reordenarse. Que los objetos duros
pueden llegar a ser suaves, que puedes hacer cosas como caminar en el fuego y
no quemarte o caminar sobre el vidrio y no cortarte. Esto nos muestra algo, que
hay diferentes realidades. Hay algo acerca de lo que sucede en nuestro universo
interior que reacciona con el universo exterior, y creo que lo he experimentado
de diferentes maneras en la práctica del Aikido. Creo que me hace más sensible
a algunas otras cosas en la vida que no tienen que ver con asuntos de la
sociedad, que no tienen que ver con ganar dinero, o política, o cualquiera de
ese tipo de cosas, que no tiene que ver con la existencia evidente, tiene que
ver con la creatividad dentro de nosotros...
J: ¿Hay cualidades éticas particulares
en lo que nos enseña el Aikido?
P: Hay muchas cosas que se nos
muestran. Trabajamos con muchos tipos de personas en muchas situaciones
diferentes. Tienes que ser capaz de ver una imagen más amplia y mantenerte
calmado. Esto se presta a la comprensión, a ser tolerante. Podrías estar
pensando algo de alguien, pero su intención puede ser completamente diferente,
puedes ser malinterpretado y la intención puede ser diferente de lo que
esperas. Cuanto más sensible puedes ser de todo lo que nos rodea y más
compasivo puedas aprender a ser.... termina siendo una forma de vida, y termina
por ser lo que eres -y permitir que los demás sean eso al mismo tiempo- es una
hermosa manera de vivir. Podemos hacer eso y no dejar que nuestra mente o
nuestro pensamiento previo sobre lo que estamos pensando nos arruine todo. Para
mi es una maravillosa y profunda forma de vivir, pero al mismo tiempo soy una
persona en el tráfico, me molesto porque derramé jugo sobre algo...
J: Pero eso es parte de ser
humanos, ¿no?
P: Bueno, esa es la cosa,
¿sabes? Supongo que tenemos que dejarnos ser nosotros mismos y no ser tan duros
con nosotros mismos. Es un proceso de aprendizaje continuo y todo es parte de
estar en medio de este gran misterio que es la vida.....es una especie de cosa
cruel.
J: Seguramente has pasado por
un poco de rigidez física. Me hablabas del padecimiento de cadera. Creo que
para la mayoría de la gente que se ha operado la cadera el Aikido sería un
“juego perdido”. Pero aquí estás entrenando, y cuando le dices a la gente que
has tenido esta operación no creo que se den cuenta de lo sucedido. ¿Puedes
hablarme un poco sobre cómo tratar las lesiones y sobre tu experiencia?
P: Todos hemos… tenemos
lesiones desde el primer día. Empecé Aikido con una muñeca rota, no tenía el rango completo de
movimiento. Me lesioné en Vietnam, era un seminario maravilloso, pero no podía
doblar la muñeca para hacer un ukemi amplio. Ese fue siempre un punto vulnerable
para mí al principio, entonces luego me lesioné mi ACL [ligamento cruzado
anterior, detrás de la rodilla], las costillas, los hombros, mis discos, me he
lesionado como un montón de gente. Así que la cadera era sólo una cosa
acumulada, pero tal vez no fui lo suficientemente cuidadoso cuando era más
joven. Antes no había tantas terapias como ahora, terapias físicas, terapias de
masajes, avances médicos y una gran cantidad de diferentes alternativas. Sin
embargo, las operaciones en la cadera hoy en día son muy eficientes. Ha habido
gente de Aikido antes que yo, por ejemplo Kiff Clark, él es mi héroe. Tenía dos
reemplazos de cadera. Observando a Kiff ir por ahí pensaba "Ah, hombre,
¿cómo puede hacer eso? ¡Y este chico va a cada maldita clase!", observándolo
pensé que yo podía hacerlo. Creo que una lesión de cadera es más fácil de lo
que la gente piensa, uno definitivamente puede superarlo y hacer Aikido, no
puedo salir y hacer caídas altas cuatro horas al día, pero si te digo la
verdad, en realidad creo que esas caídas son muy difíciles de hacer de todos
modos.
J: ¿Cómo podemos cuidar
nuestros cuerpos mejor, para evitar este tipo de lesiones?
P: Cuando tenemos una lesión
realmente descubrimos lo que es el cuerpo, al utilizar la tecnología que existe
para ver radiografías, resonancias magnéticas, y cosas por el estilo entiendes
lo qué es tu cuerpo. La
medicina china, la dieta, terapias holísticas, PT, masajes. Todo ayuda. Hay
tantas nuevas terapias que nacen. Al igual que el PRP [Plasma Rico en
Plaquetas], y la investigación con células madre que realmente ayudan al
proceso de regeneración. Hemos estado esperando por ellos; todavía no crece
cartílago, pero esperamos que suceda, estas cosas están llegando. Es una
cuestión de tratar de reconocer las lesiones, averiguar lo que es y tomar
precauciones. Dicho esto, si nos vamos y decimos "Oh, me lastimé el
tobillo, me lastimé el codo, voy a practicar hasta que esté mejor", no es
buena idea, debes cuidarte. Debes siempre intentar practicar tratando de no
herirte gravemente, siendo sensible y que la gente sepa sobre la lesión si
estás lastimado. Yo creo que hay que desarrollar una cierta durabilidad en
nosotros mismos, y ello sólo viene de regresar y hacerlo de nuevo, seguir
entrenando pero creo que tenemos que ser inteligentes y sensibles al respecto.
J: Otra parte de tu método de
enseñanza que me gusta es tu sentido del humor. ¿Qué papel juega en tu
enseñanza?
P: Para mí el Aikido es muy
divertido. Realmente me gusta hacerlo, hay todo tipo de gente por ahí de todos
los diferentes ámbitos de la vida, se puede caminar entre ellos con estos uniformes
blancos y pensar
"oh, soy el maestro de Aikido de estas personas" y ese estudiante
puede ser la madre Teresa, un médico loco, un maravilloso maestro, un gran
artista, una madre maravillosa, un padre maravilloso, un gran chico, pero
estamos en este grupo y todos somos lo mismo. Sin embargo el humor rompe las
cosas, me parece que crea una atmósfera para disfrutar, sienten que pueden
abrirse y dejar llevar. Cuando hay humor la gente aprende más rápido, aprende
mejor, lo hacen en un menor tiempo. Simplemente ser un humano como todos los
demás. Pero ni siquiera es eso, suena a que lo hago porque hay un método que
quiero usar... No lo es, es sólo mi personalidad.
J: Solamente sucede, estás
siendo tú mismo
P: Sí, me gusta bromear con la
gente. Puedo ver rápidamente el humor en cualquier situación, creo que estas
personas son mis amigos. Simplemente así sucede.
J: Has estado organizando el
Winter Camp desde hace bastante tiempo, me imagino que es demasiado trabajo.
¿Cuáles son algunos de los beneficios te ha traído?
P: Es una gran oportunidad
para reunirme con todos mis amigos en el mundo del Aikido. Es uno de los mayores seminarios
así que espero llegar a verlos a todos, es un lugar para congregarnos juntos,
practicar juntos y disfrutarlo, fue una gran oportunidad de entrenar con
algunos de los más grandes maestros de Aikido, que yo sepa. Como Yamada, Kanai,
Chiba, Sugano, Shibata, Tamura, Masuda, y sigue y sigue la lista, no quiero
dejar de lado a alguien; ha habido tantos maestros. Y mis amigos también, gente
como Paul Sylvaine, Ángel, Bruce, Claude, Donovan, Harvey, Bob, Steve, Andy
David, todas estas personas que he conocido desde siempre, son realmente buenos
seres humanos. Es una gran oportunidad para aprender de todos ellos y ser parte
de esto. También aprender de estos grandes maestros japoneses. Y el hecho de
hacer algo por ellos, estar cerca de ellos es genial, y ellos son muy cool.
Ellos son muy divertidos y hay un millón de experiencias al estar con ellos,
cosas locas que sucedieron. Pero, al mismo tiempo me he enriquecido, en todo
sentido, de haber conocido a tanta gente.
J: ¿A quién has invitado para
el seminario de este año (2015)?
P: Bueno, por desgracia
Shibata Sensei ya no puede hacer viajes largos, pero Yamada Sensei por supuesto
vendrá y el comité técnico.
J: ¿Quién está en el comité
técnico?
P: Harvey [Konigsberg],
Claude Berthiaume, Donovan Waite, yo, Andy Dekmo, Bob Zimermann y Steve
Pimsler. Todos estamos alrededor de los cuarenta y algo de años de práctica y
todos tenemos diferentes cosas para compartir, Harvey y Steve han estado
siempre en New York Aikikai, y muy cerca de Yamada [Sensei] y Sugano [Sensei].
Claude y Bob estaban muy cerca de Kanai Sensei. Andy es una de las personas más
viejas de la federación con uno de los dojos más antiguos. Donovan, todo el
mundo lo conoce, es un muy importante instructor en Nueva York e
internacionalmente. Cada persona trae más para la mesa, es interesante.
J: Haces un montón de viajes
para enseñar, ¿cuál es el número de viajes que haces al año?
P: Varía. Los reduzco. Nunca
pensé que sería así. Supongo que estoy haciendo veinte-algo seminarios al año.
Y sólo planeo hacer unos pocos, pero alguien me llama, o a Sensei [Yamada] le
gustaría que hiciera algo por él. Acaba de suceder. Estaba llegando al punto de
cancelar todo porque se estaba volviendo estresante. Pero no debe ser así, no
debe ser estresante tratar de correr al dojo y estar con mi familia. Tengo una
gran vida, tengo la oportunidad de venir a lugares como este [San Miguel de
Allende, México] donde la gente es amable y todo es muy agradable para mí, me
compran bebidas. Me pagan por venir aquí, conozco a gente maravillosa y además
hago Aikido que lo amo realmente. Luego regreso a casa y tengo mi dojo, mis
estudiantes me cubren cuando necesito un descanso, ellos son mis amigos más
cercanos, toda mi vida es con la comunidad de Aikido. La sensación que tengo es
que todo el mundo es un amigo cercano. Nos conocemos de forma más íntima que la
gente que realiza otras actividades, porque tenemos que confiar profundamente
unos en otros.
J: Por último quiero
preguntarle algo sobre Aikido y México para concluir la entrevista. Estaba
mencionándole a Donovan que hay una gran cantidad de inconsistencias en el
Aikido mexicano en cuanto a estilos, o técnica correcta, me pregunto cuál es su
punto de vista acerca del Aikido mexicano, cómo podemos hacerlo mejor. ¿Qué
deberíamos trabajar? Estoy hablando de lo que has visto aquí [San Miguel de
Allende, junio de 2015].
P: Bueno, la gente ha tenido
diferente orientación por un montón de maestros diferentes. Algunos vienen de
diferentes organizaciones. Algunas personas han venido desde lugares más
lejanos y aprenden lo mejor que pueden de videos y libros. Todo es cuestión de
llegar a ser una comunidad más educada, ¿sabes? Cuanto más avanzas, más ves, se
ve a más gente de grado alto, vas a más seminarios, entrenas más con personas
más avanzadas, recibes consejos de ellos. Todo esto hace que tengas más
comprensión de lo que realmente es la práctica del Aikido, cuán importante es
el ukemi, porqué lo hacemos de esta manera, la manera en que las técnicas
realmente funcionan, y todas estas cosas. Recibimos estas experiencias practicando
con atención, debemos salir y ver el mundo del Aikido. Hay estudiantes de
Sensei Yamada que ahora viven en la Ciudad de México, estas personas son
similares a las de los EE.UU, tienen una amplia experiencia, varios tienen una
experiencia como uchi-deshi con diferentes Sensei, como tú, Yesid [Sierra] y
otros. Ustedes están mostrándole a la gente qué hacer, "esto es lo que he
hecho, así es como me enteré de las cosas", y siguen adelante; vienen a
seminarios como este, hacemos amigos con entusiasmo, tal vez decidan venir al
Winter Camp o alguno de los seminarios que se hacen en Texas por ejemplo. Pero
es una cuestión de obtener experiencia, sintiendo, salir, aprender a entrenar
mejor. Creo que eso es lo que tendría que pasar. Así es como yo creo que crecerá
y tomará el tiempo que sea necesario. Las personas más activas son el ejemplo.
Es como si fueras a la escuela una vez al mes y quisieras aprender de esa
manera, si entrenas siete días a la semana, varias clases al día, vas a
aprenderlo. Es lo mismo con todos los que estamos entrenando aquí.
J: Sólo quiero terminar la
entrevista con una pregunta algo personal. Si fueras tan amable de compartir
algún recuerdo o pensamiento sobre Paul * [Sylvain], lo extraño mucho y sé que
tienen muchas historias y recuerdos junos.
P: Sí, hubo una gran afinidad
y respeto que nos teníamos el uno al otro. De igual forma era como si
estuviéramos trabajando en un capricho, sudando y haciendo cosas juntos,
tuvimos una especie de respeto a regañadientes de los demás, y la amistad comenzó
a surgir de eso. Me encantó su sentido del humor, esa forma mordaz en que podía
llegar a portarse. Había tantas cosas locas que solíamos hacer. Solía pasar
cuando estaba con Lorraine [Dianne], yo estaba loco en ese momento con la
llegada del Shihan y por el Winter Camp; no había mucha gente capaz de ayudarme
con todo.
Así que una vez enviaron a
Paul para ayudarme, porque tuvimos varias personas llegando al aeropuerto y no
había suficiente espacio en mi coche. Así que Paul alquiló un coche y llegó al
aeropuerto conmigo, creo que llevamos Yamada [Sensei], Kanai [Sensei] y alguien
más en mi coche, él tenía a Tohei Sensei y un chico de Hawai; Paul me seguía,
pero tuve que ir de regreso al aeropuerto y tuve que hacerlo muy rápido porque
alguien más iba a llegar y yo tenía que ir por esa persona. Siempre hay puentes
en Florida y justo al otro lado del puente estaba el maldito hotel, así que
corrí por la carretera para llegar ahí y luego --Jesucristo- el puente subió,
así que estaba esperando ahí, en la primer línea de coches, Paul está junto a
mí y yo lo miraba y avancé "¡al carajo!", seguí avanzando y el puente
estaba comenzando a moverse, salí disparando sobre la parte superior; Paul no
sabía qué hacer, él venía detrás de mí y estaba volando sobre la brecha del
puente con Tohei Sensei en el coche [muchas risas]. Corrimos hasta el hotel y
Paul sólo me miraba como diciendo "¿qué demonios estás haciendo?",
Tohei Sensei salió del coche tan rápido como pudo. Fue bastante salvaje, tiendo
a ser bastante frenético a veces.
J: Parece que ya te has
calmado un poco...
P: Bueno, todavía hay una
tendencia por ahí...hay muchas otras historias como esa, pero fue una buena
época....aquellos los días en la Florida.
J: Gracias, fue una gran
historia. Fue un verdadero placer verte después de tantos años.
P: Sí, me gustó mucho a mi
también.
J: Muchas gracias.
NOTA: Esta entrevista se
realizó en el Campamento de Primavera en San Miguel de Allende, México en mayo
de 2015. El entrevistador es Jason Pfohl, un aikidoka estadounidense que vive
en Oaxaca, México y enseña en Oaxaca Aikikai. La entrevista ha sido editada para
hacerla más concisa.
* Paul Sylvain fue uno de los
primeros Aikidokas occidentales con un grado alto además de fundar un dojo que
sigue vigente en USA. Murió hace pocos meses. Fue el primer maestro de Jason
Pfohl. Jason siempre habla con mucho cariño de él.