jueves, 8 de agosto de 2013

La noble lucha del guerrero


La noble lucha del guerrero


 

Por Taisen Deshimaru

Tomado del Libro: Zen y las artes marciales

 

 
El Budo es la vía del guerrero: reagrupa el conjunto de artes marciales japonesas. El Budo ha profundizado de manera directa las relaciones existentes entre la ética, la religión y la filosofía. Su relación con el deporte es muy reciente. Los textos antiguos que consagrados a el conciernen esencialmente a la cultura mental y a la reflexión sobre la naturaleza del yo: ¿Quién soy yo?.

 
En japonés, Do significa la Vía. ¿Cómo practicar esta Vía? ¿Por qué método se la puede obtener? No se trata solamente del aprendizaje de una técnica, de un wasa, y aun menos de una competición deportiva. El Budo incluye artes como el kendo, el Judo, el Aikido, y el Kyudo (tiro con arco) Ya que en el Budo no se trata solamente de competir, sino de encontrar paz y dominio de sí.
 

Por consiguiente Do es la Vía, el método, la enseñanza para comprender perfectamente la naturaleza del propio espíritu y del propio Yo. Esta es la vía del Buda, la Butsu Do, que permite descubrir realmente la propia naturaleza original, despertarse del sueño del ego adormecido (nuestro yo estrecho), y alcanzar la más alta y la más total de las personalidades. En Asia esta Vía se ha convertido en la moral más elevada y en la esencia de todas las religiones y de todas las filosofías. El Ying y el Yang del Yi-King o “la existencia es nada” de Lao Tse, encuentra aquí sus raíces.

 
¿Qué quiere decir esto? Que se puede olvidar el cuerpo y el espíritu personal alcanzar el espíritu absoluto, el no-ego. Armonizar, fusionar el Cielo y la Tierra: el espíritu interior deja pasar los pensamientos y las emociones. Es libre de su alrededor. El egoísmo es abandonado. Tal es el origen de las filosofías y de las religiones en Asia. El espíritu y el cuerpo, lo exterior y lo interior, la sustancia y los fenómenos: estos pares no son dualistas ni opuestos, sino que forman una unidad sin separación. Un cambio, sea cual sea, influencia siempre todas las acciones, todas las relaciones entre todas las existencias. La satisfacción o la insatisfacción de una persona influencian a todas las demás personas. Nuestras acciones personales y las de los demás están en relación de interdependencia.

 
“Vuestra felicidad debe ser mi felicidad, y si lloráis, o lloro con vosotros. Cuando estáis tristes, tengo que entristecerme, y cuando sois felices, debo ser feliz también.” Todo esta ligado, todo se une en el universo. No se puede separar la parte del todo: la interdependencia rige el orden cósmico.
 

En cinco mil años de historia oriental, la mayoría de los sabios y de los filósofos se han concentrado sobre este espíritu, sobre esta Vía, la han transmitido.

 
Él Shin Jin Mei1 , libro muy antiguo de origen chino, dice: “Shi Do Bu Nan...” la vía mas alta no es difícil, pero no hay que elegir. No hay que tener preferencias, ni gusto ni disgusto. El San Do Kai2 dice también: “hay separación como entre una montaña y un río si tenéis ilusiones.”

 
El Zen significa el esfuerzo del hombre practicando la meditación, el zazen. Esfuerzo para alcanzar el dominio de los pensamientos sin discriminación, la conciencia más allá de todas las categorías, englobando todas las expresiones del lenguaje; Esta dimensión se puede alcanzar por la práctica del zazen y del Bushido.

 
Los siete principios

 
La fusión del Budismo y del Shintoismo permitió la creación del Bushido, la Vía del Samurai. Se puede resumir esta Vía en siete puntos esenciales:

 
1.      Gi: la decisión justa en la ecuanimidad, la actitud justa, la verdad. Cuando debemos morir, debemos morir.

2.      Yu: la bravura teñida de heroísmo.

3.      Jin: el amor universal, la benevolencia hacia la humanidad.

4.      Rei: el comportamiento justo, que es un punto fundamental.

5.      Makoto: la sinceridad total.

6.      Melyo: el honor y la gloria.

7.      Chugi: la devoción, la lealtad.

 
Estos son los siete principios del espíritu del Bushido. Bu: artes marciales. Shi: el guerrero. Do: la Vía.

 
La vía del samurai es imperativa y absoluta. La práctica, al venir del cuerpo a través del inconsciente, es fundamental en ella. De aquí la gran importancia dada a la educación del comportamiento justo.

 
Las influencias entre el Bushido y el Budismo han sido recíprocas. Pero el budismo ha marcado al Bushido en cinco aspectos:

 
a)      El apaciguamiento de los sentimientos.

b)      La obediencia tranquila de cara a lo inevitable.

c)      El dominio de sí ante cualquier acontecimiento.

d)     La intimidad más grande con la idea de la muerte que con la de la vida.

e)      La pura pobreza.
 

Antes de la Segunda Guerra Mundial, el Maestro Zen Kodo Sawaki daba conferencias a los más grandes maestros de artes marciales, a las más altas autoridades del Budo. En francés, confundimos artes marciales y artes de la guerra; pero en japonés es: la Vía. En Occidente, estas artes marciales, tan en boga, se han convertido en un deporte, en una técnica sin el espíritu de la Vía.

 
En sus conferencias, Kodo  Sawaki decía que el Zen y las artes marciales tienen el mismo sabor y que están en unidad. En el Zen, como en las artes marciales, el entrenamiento cuenta mucho. ¿Cuánto tiempo hay que entrenarse? Muchas gentes me han preguntado: “¿Durante cuantos años tengo que hacer zazen?”. Yo respondo: “Hasta la muerte.” Entonces mis interlocutores no están ya tan satisfechos. Los Europeos quieren aprender rápidamente, algunos incluso en un solo día. “He venido una vez y he comprendido”, ¡dicen ellos! Pero el doyo es diferente de la Universidad.

 
También en el Budo hay que continuar hasta la muerte.



1 Ver Textes sacres du Zen. Vol.II, ed.Seghers. Paris
2  O “La esencia y los fenómenos se ínterpenetran”, ver La Patrique du Zen por T.Deshimaru,ed.Seghers.

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