Aikido Tankyu Volumen 64
“En busca de la belleza del Aikido”
Aikido Doshu
Ueshiba Moriteru
Tomado de https://m.facebook.com/AikikaiFoundation/; texto original en japonés / inglés publicado el 16 de julio de 2022 en redes sociales. *Traducción espontánea del Editor.
Tomado de la web
La Fundación Aikikai está volviendo poco a poco a la vida normal. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurría antes, los instructores no andan por todo el mundo impartiendo seminarios y asistiendo a eventos de aniversario. Incluso el número de invitaciones de fin de semana que he recibido para eventos y seminarios se ha reducido drásticamente bajo la influencia del corona virus, hasta el punto de que casi no hay ninguna. Sin embargo, no se puede malinterpretar; el vigor está volviendo al mundo del Aikido.
Aunque he perdido dos años y medio de viajes y entrenamiento, he ganado tiempo. Mi estilo de vida cambió de estar en movimiento a estar casi siempre practicando y cumpliendo con mis obligaciones en el Aikido Hombu Dojo. Aunque era fácil para mi cuerpo, no hace falta decir que mi cerebro trabajaba constantemente. Y con ese margen de maniobra, aumentó el tiempo que podía dedicar en casa a escribir, leer el periódico y ver la televisión.
Pude ver los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio del año pasado, así como los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Pekín de este año como nunca antes. Gracias a ello, aprendí sobre los atletas que hasta entonces desconocía, y de repente me di cuenta de algo por ellos.
Se cerró el telón de la carrera de la leyenda de la gimnasia Kohei Uchimura, y una de sus respuestas en una entrevista me pareció la respuesta que uno daría también para el Aikido.
El Sr. Uchimura, que ha competido en numerosas ocasiones y ha dejado un legado brillante, regresó a los cimientos de la gimnasia japonesa y cuidadosamente ejecutó una bella actuación de principio a fin. Es un estado de ánimo que supera la mente perversa de hacer cualquier cosa para ganar.
Según el Sr. Uchimura, una actuación hermosa es:
"Que no piensen que están viendo gimnasia. Debe ser una obra de arte. Debo sobrepasar los límites de la competición y hacer que lo piensen, como si estuvieran viendo un cuadro o la corriente de un hermoso río. Si la reacción es algo así, creo que se convierte en algo real. Algo falta si lo ven y sólo piensan "la técnica es genial" o "¡es fascinante!".
"Que no piensen que están viendo gimnasia". Si se cambia a Aikido, "Que no piensen que están viendo un embu de Aikido". ¿Pero qué significa eso? Creo que significa, por supuesto, seguir cuidadosamente los fundamentos. La búsqueda del taisabaki fundamental de irimi, tenkan y tenshin es la búsqueda de todas las demás técnicas hechas de sus combinaciones. Hay un largo camino por recorrer antes de que las técnicas sean vistas como el flujo de un hermoso río, como si se escuchara a Mozart, o como una pintura que conmueve profundamente al espectador. Pero tal vez sea por eso por lo que la gente sigue recorriendo el camino.
Las palabras del medallista de oro en snowboard de los Juegos Olímpicos de Invierno, Ayumu Hirano, también me dejaron una profunda impresión.
"En medio de muchos desafíos, pensé de forma pragmática "hay un 'límite'.
Mirando constantemente los 'límites', llegué a ver lo que hay más allá de ellos. Una dura batalla puede ser un 'peso' al principio, pero luego llegas a un punto en el que no sientes el peso, y a medida que progresas, nace la emoción. Eso es lo que pasa cuando te lo tomas en serio".
Aunque los límites de los que él habla y los que yo pienso son diferentes, "ver lo que hay más allá" me da una idea de cómo vivir la vida de acuerdo con el propio camino vital. Sería algo maravilloso permitirle a uno crecer hasta el punto en que el "peso" ya no se sienta pesado. No tengo más que admiración por el hecho de que tenga tal iluminación a una edad tan temprana.
He superado los 70 años, y sería una mentira decir que mi cuerpo, sobrecargado, no está en declive. Sin embargo, es precisamente porque siento cosas similares a este límite que tengo que acercarme al bello Aikido con el mismo espíritu que he cultivado hasta ahora, y con una madurez que supera el declive de mi cuerpo físico.
Después de la Guerra, Kisshomaru Segundo Doshu resolvió que "después de haber perdido todo en Japón, levantarse con algo de lo que los japoneses puedan estar orgullosos" y prometió "revivir Japón con el Aikido". De la misma manera, en este difícil estado del mundo, quiero seguir adelante mientras lucho contra la decadencia de mi cuerpo para que el Aikido sea comprendido en estos tiempos cambiantes, y que junto con wago-no-kokoro (nuestros corazones como uno) nos enriquezcamos mutuamente.
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Texto base de traducción
Aikido Tankyu Volume 64
“In Search of Beautiful Aikido”
Aikido Doshu
Ueshiba Moriteru
The Aikikai Foundation is little by little returning to normal life. Unlike before though, instructors are not bustling around the world teaching seminars and attending anniversary events. Even the number of weekend invitations I received for events and seminars has reduced dramatically under the influence of corona virus, to the point where there are almost none. However, it cannot be mistaken that vigor is returning to the Aikido world.
While I missed two and a half years of travel and training, I gained time. My lifestyle changed from being on the move to almost always practicing and fulfilling my duties at the Aikido Hombu Dojo. Although it was easy for my body, it is needless to say that my brain was constantly at work. And with that leeway, the time I could devote at home to writing, reading the newspaper, and watching TV increased.
I was able to watch last year’s Tokyo Olympic and Paralympic Games, as well as this year’s Beijing Olympic and Paralympic Games like never before. Because of this, I learned about the athletes I had been until then unacquainted with, and I suddenly noticed something because of them.
The curtain closed on gymnastics legend Kohei Uchimura’s career, and one of his answers in an interview struck me as the answer one would give for Aikido as well. Mr. Uchimura, who has competed numerous times and left a glowing legacy returned to Japan Gymnastics’ foundations and carefully ran through a head-to-toe beautiful performance. It is a frame of mind that surpasses the wicked mind of doing anything to win.
According to Mr. Uchimura, a beautiful performance is
“Don’t let them think they’re watching gymnastics. It must be a work of art. I must surpass the bounds of competition and make them think it, as if they were seeing a picture or the flow of a beautiful river. If the reaction is something like that, I think it becomes the real thing. Something is lacking if they watch and only think ‘the technique is cool,’ or, ‘it’s fascinating!’”
“Don’t let them think they’re watching gymnastics.” If it is changed to Aikido, “Don’t let them think they’re watching an Aikido embu.” But what does that mean? I believe it means of course carefully following the fundamentals. Pursuit of the fundamental taisabaki of irimi, tenkan, and tenshin is the pursuit of all other techniques made of their combinations. There is a long way to go before techniques are seen as the flow of a beautiful river, as if listening to Mozart, or like a painting which deeply moves the viewer. But maybe it is because of this that people keep walking the path.
Winter Olympics snowboarding gold medalist Ayumu Hirano’s words also left a deep impression on me.
“In the midst of many challenges, I thought pragmatically “there is a ‘limit.’
By constantly looking at the ‘limits,’ I came to see what lies beyond them. A tough battle can be a ‘weight’ at first, but then you get to where you cannot feel the weight, and as you progress, excitement is born. That’s what happens when you’re serious about it.”
While the limits he speaks about and the limits I think about are different, “seeing what lies beyond” gives me a sense of how to live life according to one’s life path. It would be a wonderful thing to allow one to grow to the point where “weight” no longer feels heavy. I have nothing but admiration that he has such enlightenment at a young age.
I have passed 70 years old, and it would be a lie to say that my overused body is not in decline. However, it is precisely because I feel things similar to this limit that I have to approach beautiful Aikido with the same spirit I have cultivated until now, and with a maturity that overcomes the decline of my physical body.
After the War, Kisshomaru Second Doshu resolved that “after having lost everything in Japan, to stand up with something Japanese people can be proud of” and promised to “revive Japan with Aikido.” In that same way, in this difficult state of the world, I want to press forward while fighting the decline of my body so that Aikido is understood in these changing times, and that together with wago-no-kokoro (our hearts as one) we enrich each other.