martes, 13 de noviembre de 2012

La mujer del Samurai

La mujer del Samurai

 
Tomado de http://culturajaponesa.blogspot.com

Durante toda la historia de Japón es innegable que las mujeres han tenido un papel importantísimo. La sociedad japonesa, sobretodo la feudal, siempre se ha caracterizado por tener un fuerte componente matriarcal, solamente basta remitirse a la diosa más importante del sintoísmo, Amateratsu, de forma femenina.

Los valores que principalmente debía tener toda mujer de familia samurai eran la humildad, la obediencia, el autocontrol, la fortaleza y sobretodo la lealtad, hasta más allá de la muerte si fuera necesario. Todos estos preceptos también exigidos a los hombres pero con más responsabilidades; la mujer de un samurai también se dedicaba al manejo de la propiedad y del archivo; se encargaba de los asuntos financieros y de todo lo relacionado con la economía doméstica; y además, se encargaban de la educación de los hijos y del cuidado de los padres ancianos. Aún así disfrutaban de las ventajas de una posición superior respecto al resto de mujeres al no tener que realizar trabajo físico, excepto el entrenamiento militar, ya que la mujer samurai también debía defender sus propiedades y su clan -mientras los hombres hacían la guerra-.

Muchas de estas mujeres eran hábiles en el manejo de varias armas y dedicaban una parte de su educación a ello; su arma principal eran el arco y el naginata, una lanza ligera que en muchas ocasiones colgaban preparada a la entrada de las casas; el kaiken, un puñal corto y ligero, sencillo de ocultar entre la ropa; otras armas ocultas que solían llevar tanto samuráis como sus mujeres eran el kansashi, simples horquillas de pelo hechas de acero y punta afilada; y otra arma curiosa es el tessen, un abanico cuya estructura estaba hecha de hierro.

Unas pocas de estas mujeres destacaron como auténticas guerreras alabadas por los hombres y temidas por ellos, se las llamaba onna-bugeisha (女武芸者, 'onna-bugeisha') que significa literalmente “mujer samurái”. La Emperatriz Jingu, Tomoe Gozen, Nakano Takeko, Hojo Masako o alguna ya en época contemporánea como Yamakawa Futaba son algunas de las mujeres guerreras más famosas.


La guerrera samurai, Tomoe Gozen (1157-1184)

En la “Historia de Heike”, un libro japonés del siglo XII, se hace alusión a una mujer que destacó en el mundo de los guerreros samurái. Conocida como Tomoe Gozen (Círculo perfecto), esta legendaria mujer luchó como una perfecta samurái al lado de su esposo o compañero (según las fuentes) en las guerras entre clanes conocidas como Guerras Gempei.

Según El Cantar de Heike - poema épico clásico de la literatura japonesa- “Tomoe era especialmente hermosa, de piel blanca, pelo largo y bellas facciones. También era una excelente arquera, y como espadachín era una guerrera que valía por mil, dispuesta a confrontar un demonio o un dios, a caballo o en pie. Domaba caballos salvajes con gran habilidad; cabalgaba por peligrosas pendientes sin rasguño alguno. Cuando quiera que una batalla era inminente, Yoshinaka la enviaba como su primer capitán, equipada con una pesada armadura, una enorme espada y un poderoso arco; y ella era más valerosa que cualquiera de sus otros guerreros”.


El arte marcial como herencia familiar

Tomoe Gozen nació alrededor del año 1157 en Japón, en el seno de una prestigiosa familia de samuráis. A pesar de que las mujeres no debían dedicarse a la guerra, eran instruidas en el arte marcial de la naginata para proteger sus hogares durante las largas ausencias de los guerreros samuráis. La naginata era una suerte de lanza de madera que llevaba acoplada una hoja metálica. Tomoe aprendió a dominar la naginata con gran soltura y eficacia. Amante de la lucha, Tomoe se familiarizó también con el uso del arco y dominó a la perfección los caballos.

Tomoe Gozen formó parte de las conocidas como Guerras Gempei que durante 5 años, entre 1180 y 1185 enfrentaron a dos principales clanes, Taira y Minamoto. Tomoe luchó con valentía del lado del clan Minamoto junto a su esposo, un prestigioso general llamado Minamoto Yoshinaka.

Finalizada la guerra a favor del clan de Tomoe, su esposo sufrió las acusaciones de conspiración por parte del Shogun de Kamakura, Yorimoto Minamoto, quien apeló al emperador para que fuera declarado enemigo del estado. Minamoto Yoshinaka fue abandonado por sus hombres, excepto por algunos de sus más fieles soldados y su esposa.

No está claro cómo murió Tomoe. Mientras unas fuentes apuntan que falleció al lado de su esposo en la batalla de Awazu, otras aseguran que Tomoe era simplemente compañera de Minamoto y otras afirman que terminó sus días como religiosa en un templo budista.

Sea como fuere, la existencia de la guerrera samurái Tomoe Gozen parece demostrada y su vida legendaria sigue fascinando a su país y al resto del mundo.

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